Es tiempo de hacer una visita nada más y nada menos que a tus Suegros. La verdad esta situación no te agrada mucho, aunque aceptas que es una visita necesaria ir a conocer a los padres del amor de tu vida. Claro que cuando hablas de ello con tus amigos o amigas, empiezan a contarte toda clase de historias de terror sobre el asunto de conocer a los suegros e ir a casa de tu pareja.
Sin embargo, la situación no es tan grave como a miles de kilómetros de distancia parece, y la mayoría sobrevivimos a la primera visita a casa de los suegros. Y para que puedas controlarte un poco el pánico, aquí te van algunas sugerencias que sería bueno tener siempre en mente.
No te predispongas a conocer a tus suegros
Resulta que la reunión es el sábado y desde que comienza la semana, te dedicas a pensar sobre todos los horrores habidos y por haber que pueden suceder durante la temida visita. Después de pensar en las criticas de su madre, la antipatía de sus hermanos y el ataque de preguntas del padre, estas al borde de un shock nervioso. Pero aquí no se aplica lo de prepararse a que suceda lo peor. No te predispongas a que ir a casa de tus suegros tienen que ser una de las peores experiencias de tu vida, ya que si lo haces, vas a estar tenso (a) y no mostrarás lo mejor de ti. Y en este caso, no importa que tan agradables sean tus suegros, no podrás disfrutar absolutamente nada.
Así que lo mejor que puedes hacer es relajarte. En lugar de estar a la defensiva, mejor ve con la mente abierta y se tal y como siempre eres. Es decir, en lugar de adoptar la pose de persona perfecta, mejor actúa de manera natural. No se trata de impresionar a tus suegros, el asunto consiste solo en conocerla y ya. La mejor forma para que alguien te aprecie es que lo haga como eres tú, así que basta con ser tú mismo (a).
Del mismo modo, es bueno tener en cuenta que todo es cuestión de química. A la hora de conocer a cualquier persona, la química que hacemos (o no hacemos) con ella influye completamente. Por eso en ningún momento debes sentir que es culpa tuya, si tus suegros no te recibieron de la mejor manera o al menos como esperabas. En ocasiones, es cuestión de compartir otros días con tus suegros para que te conozcan mejor.
Algunos tipos de suegros
- El bromista: A primera impresión, puede resultar intimidante pero solo es cuestión de hacer uso de tu sentido del humor para entenderlo mejor.
- El posesivo: Pueden ir desde el suegro que te declare la guerra abiertamente, hasta el que opta por ser más sutil y utilizar miles de indirectas. Pero si no caes en su juego, no será tan mala la situación.
- El indiferente: El hecho de que su hijo (a) tenga novia (o) no es lo suficiente caótico como para cambiar su forma de ser. Por eso, la mayor parte del tiempo que estas con ellos te sientes todo menos el centro de atención.
- El ideal: La clase de suegro que todos quisiéramos. Esto porque te hace sentir tranquilo(a) desde que colocas un pie en su casa.