Años atrás era el chocolate. Ahora es su estupendo y su guapísimo novio. “Eres taaan dichosa”. Si tienes una hermana, le habrás oído decir esto muchas veces a las chicas que solo tienen hermanos varones. Y si, es así. Pero también tiene su lado negativo. Se observó que uno de los sentimientos más prevalecientes entre las hermanas es también uno de los que menos saben manejar: los celos. Muchas chicas consideran la envidia como un sentimiento negativo y, por tanto, lo ignora; eso, irónicamente, provoca más daño. Pero entenderla puede tener un impacto positivo en la relación con tu hermana y tu vida personal.

Aprende que es normal

Tu hermana te dice que la cita con ese chico fue divina. Primero reaccionas con alegría, pero luego sientes algo que no puedes explicar o no quieres admitir: estas celosa. Hasta en las mejores relaciones entre hermanas es normal e inevitable. Los celos existen desde el nacimiento, porque al buscar la aprobación de la misma fuente, se ven como rivales. Los hermanos son más abiertos, en cambio ellas ocultan sus sentimientos y surge el resentimiento.

Calma los celos

El hecho de que estés destinada a sentir envidia, no significa que tengas que vivir amargada. Hasta las hermanas más envidiosas son capaces de controlar sus celos de este modo: comentándolos en vez de ignorándolos.

Las mujeres son muy buenas correspondiendo a las confesiones de otros, así que cuando le digas a tu hermana que sientes celos de ella por algo, seguro te comentará algo que envidia de ti. Oírla admitirlo, te ayudará a poner las cosas en perspectiva.

Si el motivo de tu envidia es algo más grande, por ejemplo, que tu hermana se casa y tú no tienes ni novio, analiza porque no te cambiarias por ella, incluso si las razones no tienen nada que ver con no tener un chico a tu lado.

Es fácil enfocarse en un aspecto de su vida. Pero recordarte que ella no lo tiene todo, hará que los celos te consuman menos.

Ponlos a funcionar para ti

Los celos son altamente motivadores. Las mujeres suelen compararse con sus hermanas y de forma subconsciente tratan de superarlas. Y esta dinámica a menudo se traslada el trabajo.

Las hermanas celosas tienden a esforzarse más en sus carreras. La clave es precisar tus metas, ya sea haciendo una lista o imponiéndote plazos. Es el equivalente de completar las tareas que tus padres te asignaron de niña. Incluso si no eres recompensada, saber que lo hiciste mejor o más rápido que tu hermana era suficiente.