Han pasado solo siete días, pero la labor que la Guardia Civil desempeñó en el caso de Diana Quer, continúa cosechando halagos. Cautos, compungidos, los miembros de UCO no han celebrado el resultado de 500 días de investigación más que un abrazo entre ellos.
Primero lo hizo el padre de Diana, la joven madrileña desaparecida el 22 de agosto de 2016 cuando regresaba a la casa familiar en la que solía pasar sus veranos. A pocas horas de saber que la Guardia Civil había encontrado el cuerpo de su hijo, Juan Carlos Quer, aseguró que la labor de la misma había evitado que otras mujeres pasaran por "el calvario" que tuvo que atravesar Diana.
La labor de la UCO ha sido destaca también por la madre de la joven a través de su letrado. Según publican algunos medios, varios de los agentes que intervinieron en la búsqueda de Diana llegaron a empatizar tanto con la familia y la muchacha desaparecida, que al encontrar el cuerpo en el pozo de la nave de Rianxo, tuvieron que contener su tristeza.
El trabajo de esta unidad especial no se detuvo pese al sobreseimiento provisional del caso en abril del año pasado. La reducción de recursos y el levantamiento del secreto de sumario no jugaron a favor de los investigadores