Su rostro inundó los medios de comunicación durante el verano del 2016. Diana López-Pinel despertó la mañana del 22 de agosto y no encontró a Diana, su hija mayor. Supo enseguida que algo había ocurrido, hizo la denuncia y aunque la joven no era menor, la Guardia Civil consideró que era una desaparición de alto riesgo.
Este domingo, Diana López habló por primera vez, después de conocerse que el cuerpo hallado en una nave de Rianxo es el de su hija. Lo hizo desde su cuenta de Instagram, con una imagen de la joven cuando era una niña y ella, abrazadas.
Recluida en su domicilio particular, desde hace ya varios meses, Diana ha querido manifestar su dolor. Comienza la publicación con un "así es como te siento" en clara alusión a la fotografía y continúa con un "tan cerca".
El texto es un relato conmovedor que trasciende la frivolidad de las redes sociales para dar espacio a una mujer que atraviesa el dolor más intenso de su existencia. No tiene palabras para expresarlo, manifiesta, y remarca que habrá un antes y un después de Diana Quer. "Viniste a cumplir una misión", sostiene Diana López. Los usuarios de esa red social han aprovechado la publicación para dejar sus mensajes de apoyo y condolencia.