La fibromialgia es una enfermedad considerada como tal por la OMS (Organización Mundial de la Salud), desde 1992. Es una patología crónica de origen neurológico que destaca por la intensidad del dolor musculoesquelético, intensidad que se da por la hipersensibilidad que desarrolla el paciente con tal afección. Además, convive con trastornos del sueño, reumatológicos, psicológicos y con la constante sensación de cansancio. El colectivo mayoritario de la fibromialgia son mujeres, no obstante existen hombres diagnosticados. Como sucede con el género, la edad de diagnóstico suele estar entre los 20 y los 50 años, lo que no quita que haya casos registrados de niños y ancianos.
Personajes públicos con fibromialgia
- Maria José Campanario: es el caso más sonado en los últimos días, en relación a esta enfermedad, por su supuesto privilegio en la atención sanitaria al ser un rostro mediático. No obstante, la polémica ha proporcionado visibilidad a la patología y a sus afectados.
- Morgan Freeman: el mítico actor estadounidense, con un sinfín de películas interpretadas y de gran éxito, es la prueba visible de que la fibromialgia no es sólo cosa de mujeres. Como dato curioso pero que, a su vez, revela lo que condiciona esta enfermedad en quienes la contraen, Freeman admitió consumir marihuana de diferentes formas para paliar los dolores.
- Frida Khalo: la pintora plasmó en sus obras emociones y dolencias que le producían la enfermedad y que, por cierto, se le asignó ya fallecida tras vivir desesperada en busca de un diagnóstico acertado.
Todo afectado importa
Si un personaje público ya se siente frustrado e impotente al ser diagnosticado de una enfermedad crónica que, además, produce brotes o crisis donde las dolencias y los síntomas se incrementan, es necesario hacer un ejercicio de reflexión sobre cómo será convivir con esta patología siendo una persona anónima cuyos recursos sean muy limitados más allá de las propias limitaciones que aporta la fibromialgia.
Es imprescindible crear conciencia social acercando la enfermedad para que no se difunda el sentimiento de incomprensión en los pacientes al escuchar o leer ciertas afirmaciones que, al vivir la fibromialgia en sus propias carnes, les derive en esa sensación de no ser empatizados por los demás. Ni que decir tiene que ese acercamiento debe conllevar una mayor investigación real donde, al menos, se pueda percibir un futuro esperanzador.