Los saltos evolutivos suelen ser revolucionarios, abren caminos hacia nuevas normalidades. Lo que Detroit: become human muestra no es tan descabellado, una realidad en la cual los androides, no solo están integrados en la sociedad sino que, además, llegan a tener capacidades emocionales que muchos humanos eligen apartar en sus tomas de decisiones y formas de vida del día a día. Se trata de una rama en auge de Videojuegos, que unifican tecnología punta con la filosofía existencial e interpersonal.

Androides ficticios muy reales

Venimos viendo en la ficción innumerables tramas (filmográficas, teatrales, en el mundo gaming...) cuyo peso, para su desarrollo, lo alberga en gran medida uno o varios robots que, al humanizarlos, pasan a ser androides.

Así pues, podríamos nombrar películas como Yo, robot o Terminator, entre una colección muy extensa de este género. Del mismo modo, en el arte de los videojuegos son incontables los títulos que se basan en escenarios tecnológicos con presencia de androides.

Las nuevas generaciones -y no tan nuevas- estamos, sin duda, interiorizando como normales a estos seres en nuestras horas de ocio. Les estamos cogiendo cariño y odio, están siendo parte de debates entre colegas y familiares ante unas u otras circunstancias. Ese protagonismo acogido está transformando dicha ficción en una realidad en la que dejamos de precisar pantallas, con nuestros sentidos nos va a valer para vivir experiencias en las que interfieran androides.

'Sophia', un androide que demuestra que han venido para quedarse

Sí, no son sólo seres ficticios. Los androides ya son una realidad, y al parecer han venido para quedarse e intentar estar cada vez más en nuestras vidas. Como caso destacado, que no único pero sí con tanta difusión, tenemos a la androide Sophia de Hanson Robotics.

Y, a diferencia de los humanos, Sophia no es un solo individuo sino que cuenta con distintas réplicas funcionales viajando por el mundo. Tanto es así, que esta androide cuenta con privilegios que a muchos humanos agradaría: la nacionalidad saudí y haber participado en reuniones de las Naciones Unidas, por no hablar de las entrevistas que le han hecho medios de comunicación de prestigio.

Y como admiten, no es el androide más optimizado pese a haber logrado tantísima visibilidad. Por supuesto, el vaso hay que verlo siempre medio lleno y las máquinas llevan tiempo haciéndonos la vida más sencilla. Los androides están fabricados con esta intención. Pero, ¿hasta dónde habrán llegado en este mismo instante? Un chip por aquí, unos sensores por allá... Está claro que irán puliendo carencias otorgando herramientas y programas que aún sean deficientes o nulas.

Los androides integrados serán el próximo salto evolutivo

Y es que Detroit: become human puede ser perfectamente el escaparate revelador de lo que nos depara un futuro cada vez más inmediato. Uno en el cual los camareros, e incluso profesiones de tan alto rango como ser representantes de un país, estén colonizadas por androides que resuelvan ese deseo humano de no vivir para trabajar.

Esto ya está ocurriendo en algunos rincones del planeta, ya existe un presentador televisivo androide y puestos de empleo en los cuales se sustituyen las cualidades y habilidades humanas por las mejoradas, de forma específica para su labor, de estos androides.

Tan solo queda lo burocrático, los consensos ético-morales, los trámites legales... para que cada nación vaya integrando la expansión de estos seres que, no olvidemos, son creaciones humanas. Por esto último, es por lo que podrían ser, quién sabe, nuestro próximo salto evolutivo en el cual dejamos ciertas fragilidades para empezar a ser más ilimitados en cuerpo y mente.