Japón es conocido mundialmente por estar al frente de los avances tecnológicos más impresionantes de las últimas décadas. Y otra vez vuelve a ser noticia por uno de ellos: el perfeccionamiento y el uso de la inteligencia artificial en áreas de la vida humana.

No es un secreto que para los nipones es muy normal ver a robots realizando actividades y trabajos en ciertos locales o en sitios específicos. Así, la robótica ha alcanzado decenas de ámbitos, incluyendo los de la medicina y la cultura. Ahora le ha tocado el turno a la política.

Recientemente, un androide con inteligencia artificial y aspecto de mujer se postuló a las elecciones de alcaldes de Tama, una de las 26 ciudades dormitorios de la parte occidental de Tokio, la capital de Japón.

El robot, cuya apariencia parece sacada de una buena película de Spielberg, fue partícipe de una campaña política que sorprendió a miles de personas en el globo. Para sorpresa de muchos, consiguió posicionarse en el tercer lugar en los resultados de la contienda, con 4.013 votos.

Promesas electorales

Una de las principales promesas electorales del curioso robot que aspiraba a ganar la alcaldía de Tama era la de acabar con la corrupción, uno de los mayores males de la política. Además de ello, prometió ofrecer oportunidades equilibradas para todos los habitantes de la ciudad.

La campaña fue, en algunos puntos, parecida a las habituales de los políticos japoneses, si ignoramos el hecho de que el candidato no era humano.

Sin embargo, inevitablemente el robot destacaba por encima de sus contendientes. Las promesas de arreglar los problemas de la ciudad con tecnología eran de las más destacadas.

La Inteligencia Artificial cambiará la ciudad de Tama fue el slogan que acompañó cada panfleto que se distribuyó en la ciudad, y cada cartel en el que aparecía el Androide con una sonrisa cordial.

¿Quién está detrás de la cortina?

Legalmente, solo una persona de carne y hueso puede presentarse a las elecciones de alcaldes en Japón. Es por ello que Michihito Matsuda, un ex candidato de los comicios del año 2014, actuó como avatar del androide.

Detrás del proyecto tecnológico se encuentran el vicepresidente de Softbank, Tetsuzo Matsuda, y Norio Murakami, que habría trabajado para Google en el pasado. La idea de este proyecto de robótica era demostrar que las maquinas podrían ser más eficientes que los humanos a la hora de aplicar políticas públicas.