Durante su concierto en Broadway, el cantante Bruce Springsteen, realizó una pausa para ser tajante respecto a la política migratoria que actualmente mantiene el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El autor de canciones como “Born To Run”, “The Ghost of Tom Joad” y “Streets of Philadelphia”, por la cual ganó un Oscar de la academia a Mejor Canción Original para Película, fue tajante al expresar: «Ahora vemos cosas en nuestras fronteras que son asombrosas, vergonzosamente inhumanas y antipatriotas que es sencillamente para molestarse», señaló.

Springsteen y los niños en la frontera

Con esto, se refería el cantante a lo ocurrido desde el mes de mayo de 2018, en la frontera de Estados Unidos con México, periodo en el cual el gobierno americano ha detenido a más de dos mil personas que intentaban entrar ilegalmente a su país, separándolos, durante el plazo en que se decide su deportación, de sus hijos en los casos en que estos hubieran cruzado la frontera junto a ellos.

Hace semanas, las imágenes de varios de estos niños, enjaulados y separados de sus padres, crearon una oleada de indignación a nivel mundial, que llevó incluso a que el presidente norteamericano Donald Trump, emitiera un decreto especial revirtiendo la medida y permitiendo que los niños se reúnan de nuevo con sus padres.

Durante la alocución que dio luego de interrumpir su concierto, Springsteen se refirió particularmente al tema de los niños. "Es una cosa inmoral atacar a los niños", dijo con firmeza. Esto, luego de acusar a personas de alto rango en el Gobierno estadounidense de blasfemar en nombre de Dios y del país.

Springsteen: un músico polémico

No es la primera vez que Springsteen emite opiniones políticas. Por el contrario, su longeva carrera musical no podría entenderse sin sus opiniones políticas y sociales.

Y es que el músico, conocido como “The Boss”, siempre ha sido claro respecto a su militancia, a ratos demócrata y a ratos libertaria.

A mediados de los años noventa, ganó un Oscar por componer una canción para la que tal vez, sea la primera película que trató de forma sería el tema del sida y la homosexualidad, hablamos de “Philadelphia” de Jonathan Demme (1993), que también le granjeó el Oscar como mejor actor a Tom Hanks.

Igualmente, la imagen de Springsteen, uno de los pocos rockeros que nunca se dejó crecer el cabello, se tatuó o hizo alabanzas al ocultismo, era toda una declaración de principios: «El roquero de la clase trabajadora» decía sobre su imagen él mismo, cuando surgía en los años ochenta, en plena época del rock glam, el rock satánico, el heavy metal y el punk rock. Springsteen, nunca se unió a esas tendencias y, por el contrario, en su más icónico disco, “Born in the USA”, el músico vestía ropas de obrero de la construcción, en una portada que todavía resulta singular en la historia del rock americano.

De allí, que esta nueva andanada contra el sistema, no puede interpretarse como una más de las múltiples demostraciones “anti-Trump”, que han hecho gala las estrellas de Hollywood desde que el magnate neoyorquino fuera elegido para gobernar los destinos de ese país. En este caso, no es oportunismo político, sino el último grito de un rebelde incorregible.