Es sabido por todos que los famosos se enfrentan muchas veces a numerosos casos delante de un juzgado. Algunos resultan ser muy escandalosos y otros muy curiosos. El último de Katy Perry lo englobaremos en el segundo grupo, pues la cantante llevaba varios años enfrentada en los juzgados junto a un grupo de seis monjas católicas por la venta de un convento en Los Ángeles.

Una de las monjas que acudió a la vista perdió el conocimiento y falleció

Catherine Rose Holzman, de 89 años, era una de las dos monjas que habían acudido, este pasado viernes, a la vista en el tribunal contra Katy Perry, para impedir que esta comprase el convento en el que vivían junto a 4 hermanas más.

Según han informado otros medios, Holzman perdió el conocimiento en la sala. Antes de entrar en ella, quiso apelar a la propia Katy para pedirle que pusiese fin a su empeño por comprar el convento. "Katy Perry, por favor detente. Todo esto no le está haciendo bien a nadie y sólo estás hiriendo a muchas personas". Esas fueron las últimas palabras que le dedicó directamente a Perry, es decir, su última voluntad.

Lo que no sabemos todavía es cómo ha reaccionado Katy ante este suceso pues, hasta el momento, no ha querido dar ningún tipo de declaración.

Un convento de tres hectáreas de terreno es el desencadenante de una batalla legal que ha durado varios años

La intención de las monjas era poder vender el convento a la restauradora Dana Hollister por 15 millones de dólares, para que esta pudiese convertirlo en un hotel.

No sabemos, cuál era la principal pega que veían estas hermanas de la orden del Inmaculado Corazón de María, ante la posibilidad de que su residencia cayese en posesión de Katy Perry y por qué han puesto tanta oposición, llegando a entrar en un procedimiento legal tan largo.

A lo largo de este proceso, nada parecía estar del lado de estas monjas, ya que en el 2015, la propia Archidiócesis de Los Ángeles prohibió el trato que las monjas habían realizado con Hollister, alegando que ellas no poseían ningún tipo de autoridad para llevar a cabo una venta de este tipo.

Además, un tribunal californiano fue el encargado de darle tinte legal al asunto calificando la venta de inválida y dejándole así vía libre a Katy Perry que pudo comprar el convento directamente a la Archidiócesis en el 2016.

Sin embargo, el grupo de monjas no se quedó conforme con esta decisión y siguió luchando porque la cantante reconsiderase nuevamente la venta y se retractase. Ahora queda esperar cuál es la decisión de Katy ante la última voluntad de la monja fallecida.