El SIDA o Síndrome de inmunodeficiencia adquirida es ocasionado por la infección con el virus de la inmunodeficiencia humana o VIH, y es un conjunto de Enfermedades que afectan a los pacientes infectados con este virus. Inicialmente la persona infectada puede que no presente signos clínicos, o bien manifestar un cuadro sintomático leve, similar al de un síndrome gripal. Sin embargo, a medida que evoluciona la infección, esta va atacando las células del sistema inmunológico, propiciando la aparición de infecciones oportunistas como la tuberculosis, toxoplasmosis, candidiasis, entre otras, así como el desarrollo de masas tumorales y diversos tipos de cáncer.
Tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad bacteriana de curso crónico cuyo agente causal llamado Mycobacterium tuberculosis, se transmite a través de la inhalación de gotitas de agua expulsadas con el aire de los pulmones de una persona enferma cuando habla, tose o estornuda.
En condiciones normales, un sistema inmune competente usualmente previene la infección por el bacilo tuberculoso. Sin embargo, si el sistema inmune se encuentra debilitado por enfermedad, edad avanzada, desnutrición u otros factores, el microorganismo es capaz de desarrollar enfermedad en el individuo. La tuberculosis es una de las principales enfermedades que coinfectan a los pacientes con SIDA, siendo considerada una de las principales causas de muerte entre este grupo de personas.
Todo paciente con diagnóstico de VIH debe ser sometido a una prueba diagnóstica para tuberculosis y viceversa.
Toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una parasitosis causada por un protozoario llamado Toxoplasma gondii, agente transmitido por la ingestión de formas parasitarias infectivas presentes en carnes de animales hospedadores accidentales o alimentos contaminados con heces de gatos.
En casos de inmunosupresión o deficiencia inmunitaria, tal como ocurre en los pacientes VIH positivos en la fase de SIDA, el parásito infecta y se multiplica en diversos órganos y tejidos causando signos graves de enfermedad, siendo el cerebro uno de los órganos más frecuentemente afectados produciendo encefalitis parasitaria o toxoplásmica.
Candidiasis
Candida albicans es una levadura que se encuentra de manera habitual y saprófita en la cavidad bucal, el tracto digestivo y en la vagina. Sin embargo, puede expresar su poder patogénico produciendo vaginitis o candidiasis vaginal, lesiones en la cavidad oral, intestinales o cutáneas.
Este hongo, aprovecha situaciones de inmunosupresión para crecer de manera agresiva produciendo lesiones en órganos y tejidos donde habita frecuentemente sin ocasionar daño alguno. La balanopostitis (inflamación del glande y prepucio) y la vaginitis candiásicas persistentes, la candidiasis oral y la invasión de la tráquea, bronquios, pulmones y esófago, están fuertemente asociadas con inmunosupresión atribuida al virus del SIDA.
Neumonía por Pneumocytis carinii
La neumonía causada por P. carinii es una afección con alto riesgo de mortalidad que afecta a personas con compromiso del sistema inmunológico. Se estima que al menos 75% de los pacientes infectados por el virus de inmunodeficiencia humana desarrollan la neumonía por este agente causal.
Este microorganismo puede infectar a la mayoría de las personas durante la niñez, sin embargo, no suele causar enfermedad hasta que ocurre un evento de inmunosupresión. Esta infección está altamente relacionada con bajos niveles de células linfocitos T CD4, elementos celulares blancos del virus del SIDA.
Otras infecciones
Los pacientes VIH positivo en fase de SIDA, pueden padecer otras enfermedades ocasionadas por agentes oportunistas entre las que se cuentan Citomegalovirosis, enteritis por Criptosporidium, herpes simple, infecciones por complejo Micobacterium avium, Sarcoma de Kaposi, hepatitis C, entre otras.