Es importante prestar atención al ritmo de aprendizaje de un niño, así como a su interés por adquirir nuevos conocimientos ya que eso nos puede orientar a qué hacer para ayudarlo a desarrollar al máximo su potencial.

¿Cómo identificar a un niño genio?

Los Niños genios son ,según la Organización Mundial de la Salud, aquellos cuyo coeficiente intelectual es igual o superior a 130 y representan un poco más del 2% de la población mundial. Por tanto para determinar si realmente lo es, necesaria la observación y una prueba de coeficiente intelectual aplicada por un especialista calificado.

Desde el punto de vista de la observación, por lo general son niños que tienen un alto rendimiento escolar, una memoria impecable y una capacidad fuera de lo común para asimilar los conocimientos, así mismo aprenden a leer en corto tiempo, lo cual hace que se aburran con facilidad ya que sus expectativas de aprendizaje son superiores a la enseñanza diaria convencional. De igual manera comienzan a hablar precozmente y manejan un vocabulario siempre mayor al correspondiente para su edad.

Por lo general son niños creativos con una gran imaginación, tanto que crea sus propios juegos aún sin juguetes. Tienden a ser curiosos y muy observadores, por lo que buscan explorar e investigar más allá de lo que aparentemente se ve.Son muy sensibles hacia su entorno y vulnerables emocionalmente, en ocasiones pueden ser retraídos, o por el contrario ser abiertos e hiperactivos y dormir poco.

Un talento que cultivar

Si realmente un niño tiene un coeficiente intelectual igual o superior a 130 eso debe ser diagnosticado lo antes posible, para actuar en consecuencia, ya que si no tienen un trato adecuado, pueden tener problemas sociales , por lo que se debe buscar la orientación de un profesional,

Además debemos entender que no se trata de niños que son superiores a otros, sino que su habilidad intelectual es superior a la media, es un talento que hay que cultivar, estimular adecuadamente sin forzar, sin imponerle una rutina estricta de aprendizaje, procurando satisfacer sus ganas de aprender.

Es aconsejable hablar y jugar con él y ayudarle a desarrollar sus habilidades, como estrategia es recomendable inscribirlos en actividades extraescolares según sus motivaciones, al igual que llevarlo a sitios donde pueda aprender cosas nuevas. Lo importante es que el entorno familiar le facilite al niño todas las herramientas necesarias para que pueda potenciar al máximo sus capacidades, sin dejar de disfrutar de su infancia.