Se llama ombligo húmedo cuando antes de caerse o luego de haberse caído presenta algún tipo de secreción. Puede ser a consecuencia de una infección (onfalitis) o por falta de obliteración o cierre de las estructuras embrionarias, bien por una persistencia del conducto onfalomesentérico, o del uraco.
Onfalitis
La onfalitis es una infección del ombligo, que se presenta por lo general en el recién nacido al 3º o 4º día de vida. Se presenta con enrojecimiento, hinchazón y secreción maloliente a nivel umbilical y si no se maneja adecuadamente puede causar una infección generalizada potencialmente mortal, por lo que amerita antibiótico y vigilancia estricta, bajo un manejo hospitalario.
Persistencia del conducto onfalomesentérico
El conducto onfalomesentérico es un conducto que conecta el intestino del feto (íleo terminal) al saco vitelino durante la vida intrauterina.. Generalmente este conducto se cierra u oblitera, lo que hace que se estreche y desaparezca alrededor de la novena semana de gestación, pero si ocurre una alteración en el desarrollo embrionario puede persistir este conducto.
Esto puede hacer que en el recién nacido llegue a protruirse la mucosa del ileo y verse como un pólipo, es decir una masa redondeada, de color rojo brillante: o como una depresión, que se llama seno umbilical. En cualquier caso lo característico es la presencia de secreción intestinal (heces), y en cualquier caso el médico deberá pasar una sonda y hacer una radiografía para corroborar el diagnóstico.
La persistencia del conducto onfalomesentérico debe sospecharse en todo bebé recién nacido que presente secreción en el ombligo umbilical, o la presencia de un granuloma umbilical que no responde al nitrato de plata. En cualquier caso el tratamiento es quirúrgico.
Persistencia del Uraco
El uraco es una estructura embrionaria que une la vejiga urinaria a la pared abdominal anterior, justo a nivel del ombligo.
Durante el desarrollo temprano es un tubo permeable pero posteriormente se entre el 4º o 5º mes del desarrollo fetal, se estrecha y oblitera progresivamente hasta convertirse en una especie de cordón. Si ocurre alguna alteración en el cierre del uraco se pueden producir varias anomalías.
En el caso del uraco permeable, que es la anomalía más frecuente, seguida del seno uracal, hay salida de orina por el ombligo, pudiéndose producir incluso dolor durante la micción; y menos frecuente el quiste uracal que se observa como un nódulo o masa profunda en el ombligo.
Se desconoce con exactitud la frecuencia de las anomalías del uraco dado a que la mayoría habitualmente no produce síntomas y muchos pacientes son diagnosticados al complicarse en la edad adulta; en cualquier caso el manejo es quirúrgico.
Ante la presencia de un ombligo húmedo, debes buscar ayuda profesional.