La Piel es un órgano vital que en el recién nacido tiene características especiales y diferentes a las del niño más grande y la del adulto, adicional a esto posterior al nacimiento el neonato debe adaptarse bruscamente a un cambio de ambiente. Todo esto hace que pueda presentar en su piel algunas manifestaciones que pueden considerarse normales en esta etapa, y que por su evolución no ameritan tratamiento específico, tal es el caso del eritema tóxico.
¿Qué es el Eritema Tóxico del recién nacido?
No es más que un padecimiento inflamatorio benigno de la piel muy frecuente que se observa en los recién nacidos.
Por las características de las lesiones ha sido llamado también urticaria neonatal, acné del recién nacido y exantema toxoalérgico, entre otros. Lo cierto es que esta erupción puede presentarse en alrededor del 50% de los neonatos y causar angustia y desvelo a los padres.
Se postula que el Eritema tóxico del recién nacido aparece posterior a la exposición por primera vez de la piel del recién nacido a diversos agentes, algunos consideran que posiblemente se trate de una reacción de la piel neonatal a estímulos mecánicos o térmicos.
¿Cómo se presenta la alergia?
Usualmente las lesiones comienzan a aparecer ente los días 1 a 3 de vida, aunque en algunos casos se han observado lesiones antes de las 24 horas y en otros casos una aparición tardía después de las dos semanas de nacido.
Aparecen como unas pápulas, vesículas o ampollas muy pequeñas, con un halo rojizo, en las que luego el líquido de las vesículas se torna blanquecino o amarillento.
Puede aparecer por todo el cuerpo, aunque tiene predilección por la cara y la parte media del tronco, casi siempre respeta las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Las lesiones aparecen temporalmente y luego desaparecen, pudiendo durar horas o días. No produce picazón, por lo que el recién nacido suele verse tranquilo.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico es clínico basado en las características de las lesiones, en algunos casos muy raros de presentación atípica el médico puede considerar útil realizar una biopsia de piel donde se demostrara la presencia de unas células llamadas eosinófilos en el líquido de las vesículas.
El eritema tóxico del recién nacido no requiere ningún tratamiento y desaparece de forma espontánea al cabo de una o dos semanas, por lo que es sumamente importante tranquilizar a los padres informándoles que se trata de un proceso benigno y autolimitado, que no tiene complicaciones ni secuelas.