La mayoría de las veces estamos pendientes de cuidar nuestro exterior, es decir, nuestro cuerpo físico. Nos aseamos, usamos cremas corporales, nos maquillamos, cortamos el cabello, pero casi nunca estamos pendientes o le dedicamos tiempo a nuestro interior. Reflexionar o meditar, es necesario para cuidarnos por fuera y por dentro, es importante que nos liberemos del estrés para que reine un equilibrio y tengamos salud física y mental. Es bueno que aprendamos a conocernos para saber que situaciones que nos estresan y cómo actuamos ante esas situaciones es un paso básico.

Descubre el placer de leer

El leer te ayuda a distraer de esa situación que te angustia o estresa, después de despejarte con una buena lectura se puede ver con más claridad las cosas y podemos analizar mejor un problema y muchas veces en la lectura conseguimos las respuestas a nuestras interrogantes la lectura ofrece una especie de escape.

Medita

Dedicarle unos minutos al día a la meditación es una manera muy sencilla de controlar el estrés. La meditación no es tan difícil, para empezar, escoge un lugar tranquilo siéntate cómodo, los pies apoyados en el piso y las manos sobre los muslos. Después cierras los ojos,respira profundo y exhala. Repite una frase corta que te venga a la mente en silencio o si lo prefieres esa frase la elijes previamente, esa frase o palabra será tu mantra.

Si durante la meditación te vienen pensamientos ignóralos, concéntrate en tu mantra, este tiene que ser el centro de tu atención.

El mantra debe invadir nuestra mente de manera natural, no forzada, como si la estuviéramos escuchando, después de varias sesiones y con la práctica lograrás ese estado de relajación que tu cuerpo interno necesita.

Si quieres una relajación extra, contrae y relaja los músculos. Se recomienda cuando vas a relajar los músculos que se realice de abajo hacia arriba, es decir comenzamos relajando pies, y pierna y terminamos en los músculos de la cabeza, después de 20 minutos abres los ojos y permaneces relajada por nos minutos más. Lo ideal es llegar a un estado en el que se siente calma, pero alerta.

Toma recesos

Es importante hacer cualquier otra cosa cuando estás todo el tiempo haciendo una actividad específica. Así nos alejamos de las posibles causas del estrés, aunque sea por ratos. Por ejemplo, si todo el tiempo estás trabajando en una oficina, saca tiempo y haz planes para salir con amigo en grupos, a bailar, ir a la playa hacer cualquier cosa. Una manera sencilla de liberar el estrés es masticando chicle o goma de mascar, cuando lo hacemos aliviamos la ansiedad y esto disminuye el estrés.

Imagina situaciones agradables y ríete

Piensa en algo que te guste, como ir a la playa, bailar o simplemente ver una buena película en el cine o la televisión y trata de sentir lo que sientes cuando haces esas actividades, eso ayuda a liberar un poco el estrés.

Si escuchas música o cantas, concéntrate en el canto y verás como la situación estresante va disminuyendo. La risa es una terapia liberadora del estrés, al reír se segregan hormonas de la felicidad: como la serotonina, la dopamina, la adrenalina y endorfinas, éstas ayudan a producir una sensación física de bienestar y por ende disminuyen el estrés.