El estrés, ese gran enemigo silente que nos quita el sueño e impide ver las cosas con claridad. Ese enemigo que si no se trata a tiempo, puede no solo afectar gravemente tu mente sino tu salud e incluso podría llevarte a la muerte.

No sabemos cuándo atacará pero cuando lo hace, puede hacernos más daño que cualquier otro dolor físico y puede afectar todas las partes del cuerpo, desde nuestro cabello hasta nuestros pies. Sin embargo, no todo es malo: con las herramientas necesarias y el enfoque adecuado, podemos enfrentarlo y tener control sobre nuestras preocupaciones.

¿Qué es el estrés?

La Real Academia Española define el estrés como una tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves. El estrés es ansiedad generada por tener cosas fuertes con las que lidiar en un momento dado y no creer tener el tiempo o habilidades necesarios para encargarse de cada una de ellas.

Cuando aparece de repente y dura pocos días, el estrés es agudo y, en realidad, nos ayuda a tener control sobre situaciones nuevas y peligrosas. Por ello, cuando el momento de tensión pasa, el estrés desaparece. Sin embargo, si la preocupación dura por semanas o meses, puede volverse una enfermedad crónica que causará estragos físicos pues como consecuencia, una sustancia llamada cortisol será liberada y ella suprimirá todo el sistema inmunológico.

En ese momento, aparecen los problemas de tensión, estomacales, de tiroides, de peso, de azúcar, de depresión y pare usted de contar. Por eso, es imperativo que mantengamos a raya esta peligrosa condición y no dejar que se quede más tiempo del necesario.

¿Cómo identificarlo?

Si estamos dispuestos a escuchar, nuestro cuerpo da señales inequívocas de que está sometido a altas dosis de estrés tales como: tener rigidez en el cuello o dolores de cabeza constantes, cansancio, insomnio o sueño frecuente, altos consumos de alcohol, cigarros y otras sustancias psicotrópicas.

Incluso cosas tan simples como morderse los labios constantemente o comerse las uñas pueden ser indicativos de que se está bajo estrés.

¿Qué puede causar estrés? Cualquier situación que no podamos controlar o que nos agobie demasiado. Esto incluye desde hablar en público hasta la muerte de un ser querido.

¿Cómo lidiar con el estrés?

Primero que todo, hay que identificar el problema, reconocer la situación que nos genera estrés y a partir de eso, buscar una solución a tal disyuntiva. Además, la aceptación es un gran aliado: debemos aceptar que hay cosas que no podemos cambiar y por eso, hay que buscar formas que nos ayuden a lidiar con esas situaciones, desde un buen libro, como escuchar música que nos guste hasta respirar tres veces.

Por otra parte, realizar actividades física ayuda a despejar la mente y a pensar con mayor claridad. Acercarse a sus seres queridos ayuda a relajar y distraer la mente: el compartir con sus allegados puede ayudarnos incluso a darnos cuenta que no todo es tan malo como usted cree.

Por otro lado, hay que dormir lo suficiente porque una mente sana habita en un cuerpo sano. Finalmente, realice cualquier actividad que lo haga feliz porque si usted se siente en Paz, su entorno estará en paz y le sonreirá.