El estrés crónico generalmente se asocia a un ritmo de vida frenético pero suele estar causado por emociones que se alimentan de pensamientos negativos. Cuando estamos estresados el organismo se inflama y esto puede producir numerosas enfermedades. Ante problemas cotidianos o situaciones difíciles, muchas veces y de forma inconsciente nuestro cerebro activa respuestas automáticas en forma de pensamientos negativos. Estos pensamientos no sólo no nos ayudan en nada sino que alimentan el círculo del estrés.
Estar atentos a lo que pensamos es fundamental para comenzar a cambiar a una visión más positiva de lo que nos sucede que nos proporcione calma, ya que cuando nos ponemos nerviosos, el ritmo cardíaco se acelera y nuestro cerebro no recibe suficiente oxígeno.
Como consecuencia, no se puede pensar con claridad ni tomar las decisiones más acertadas: la creatividad y la motivación se bloquean y nos sentimos cada vez más agobiados.
Cuando hemos llegado a este punto es necesario frenar, respirar hondo, escuchar las señales que nos está enviando nuestro cuerpo y comenzar a aplicar soluciones para acabar con el estrés.
Consejos para dar un respiro al sistema nervioso
1. Duerme bien. La falta de sueño genera, entre otras cosas, nerviosismo. Descansar es imprescindible para afrontar con energía y con un mejor estado de ánimo los problemas. Desconectar del teléfono móvil al menos una hora antes de irse a la cama ayuda a relajarse y conciliar mejor el sueño.
2.
Elimina o reduce la cafeína. Quizás eres de los que aseguran "no ser persona" hasta tomar el primer café del día. Sin embargo, probar el descafeinado o reducir a la mitad la cantidad de cafeína hará que notes mucha menos ansiedad y que te cueste menos irte a dormir un poco antes por las noches. También puedes pasarte al té, te activará más suavemente y no tendrás el típico bajón de energía.
3. Practica algún deporte. Tan sólo media hora de ejercicio físico al día aporta grandes beneficios a tu cuerpo y a tu mente. Elige el tipo de ejercicio y la intensidad que más se adapte a tus características personales.
4. Prueba con el yoga. Practicar yoga produce efectos relajantes rápidos en mente y cuerpo.
5. No te critiques a ti mismo.
Uno de los principios básicos de la felicidad es tratarse a uno mismo con amabilidad.
6. ¿Conoces la meditación? Los expertos en meditación aseguran que es la llave para recuperar la paz y tan sólo diez minutos al día son suficientes para obtener buenos resultados. Estar práctica reduce la segregación de la hormona cortisol, desactiva el sistema nervioso simpático (causante del estrés) y activa el parasimpático (relaja y desinflama).
7. Reflexología. Existe una conexión directa entre el cerebro y los pies. El trabajo podal permite desactivar instantáneamente el estrés.
8. Bebe suficiente agua. Mantenerse correctamente hidratado favorece el buen funcionamiento del sistema nervioso.
9. Practica la lentitud.
La aceleración conduce a cometer errores y a abrir demasiados frentes al mismo tiempo, sin profundizar en ninguno. Si haces las cosas más despacio, ganarás tiempo al no tener que rectificar fallos y aumentará la calidad de lo que haces.
Recuerda: cuando estamos relajados mentalmente obtenemos lo mejor de nosotros mismos, pensamos con más claridad, dejamos que fluyan los pensamientos positivos y las ideas y estamos mejor preparados para actuar de manera eficaz.