Ser feliz es una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos que han visto como su estado de ánimo se ha visto muy afectado, a causa de la crisis económica, el paro, la caída de su capacidad económica... pequeños pasos como hacer un poco de ejercicio físico o llevar a cabo relaciones sociales pueden mejorar el ánimo de cualquiera. Alcanzar lo que se conoce como felicidad es algo que es innato del ser humano y algunos de los elementos que lo facilitan son descansar las horas suficientes (y que este descanso sea de calidad), dedicar tiempo a entablar relaciones sociales, disfrutar de momentos de tiempo libre y llevar una buena alimentación.

Uno de los primeros pasos es ser capaz de regular las emociones, lo que se conoce como madurez emocional, para hacer frente a momentos complicados y no perder el control de la situación. Es básico saber reflexionar sobre lo que hacemos, preguntarnos si nuestra actitud es la ideal y profundizar sobre qué es lo que sentimos.

El estrés se puede llegar a controlar y suele ser el principal enemigo de la felicidad

La mayor parte de las terapias anti-estrés se basan en enseñar al individuo de que su bienestar viene de dentro y que las circunstancias externas son secundarias. Para hacernos una idea, el conocido modelo de Sonja Lymbomirsby, señala que el 10% viene de las circunstancias que nos rodea, el 50% a nuestra carga genética y un 40% a lo que hacemos en nuestro día a día.

Y, ¿cuáles son las claves para lograr ser feliz?

1. La felicidad está en nosotros mismos. Nosotros mismos solemos ser nuestros propios maltratadores, criticándonos y no valoramos lo que somos capaces de hacer.

2. Es importante trabajar la autoestima. La autoestima va muy unida a la felicidad por lo que es básico conseguir tener la mejor imagen posible de uno mismo.

3. Relaciones sociales. Tener tiempo para estar con la familia, los amigos...

4. Realizar ejercicio físico, al menos, tres veces a la semana. Nos resultará agradable y mejorará nuestra autoestima.

5. Objetivos. Tener objetivos nos ayudará a la hora de valorar nuestros progresos.

6. Valorar el esfuerzo. Aunque siempre nos han hecho sólo valorar el resultado final, debemos entender que el camino es lo que importa.

7. Expresar sentimientos. Está demostrado que reduce el estrés.

8. Ser agradecido/a. Dar gracias por todo lo bueno que tenemos.

9. Entender que la vida es fugaz. Ni el amor es para toda la vida, ni nuestros amigos van a estar siempre ahí y nadie es imprescindible en el trabajo. Por tanto, quizás estamos sufriendo, de manera innecesario, por algo que no vale la pena. Y, ahora, es el momento de sentarse y valorar lo que se tiene y entender que la felicidad es algo más sencillo de lo que parece.