Las encefalitis equinas son un conjunto de Enfermedades infectocontagiosas que pueden afectar a los caballos y otras especies Animales incluido el ser humano, por tanto son consideradas enfermedades zoonóticas, con importancia en salud pública dada su potencial capacidad de producir mortalidad.
El agente causal
Son ocasionadas por Arbovirus, que son virus transmitidos por artrópodos hematófagos. Los agentes etiológicos pertenecen a la familia de Togaviridae y al género Alphavirus. Clasicamente se conocen tres tipos de encefalitis equina: la Encefalitis Equina del Este, la Encefalitis Equina del Oeste y la Encefalitis Equina Venezolana.
Son virus esféricos, constituidos por una hebra de ARN, que posee una nucleocápside icosaédrica de naturaleza glicoproteica.
Epidemiologia
El ciclo enzoótico de la Encefalitis Equina del Este y de la Encefalitis Equina del Oeste ocurre entre aves silvestres, las cuales son los reservorios para la enfermedad. Los mosquitos se infectan durante la alimentación con la sangre de aves infectadas. En el interior de los mosquitos el virus se multiplica a nivel del intestino y migra hacia las glándulas salivares para infectar a un nuevo hospedador.
En las regiones endémicas el ciclo enzoótico el ciclo se mantiene dadas las condiciones ambientales ideales para la supervivencia de los mosquitos durante todo el año.
En temporadas de clima frío los vectores migran a zonas donde coinciden con especies de aves migratorias que actúan como reservorios amplificadores para el virus. Cuando los hematófagos se alimentan de otras especies de aves y équidos, se producen las epizootias, las cuales sonde carácter estacional.
En el caso de la Encefalitis Equina Venezolana, el ciclo enzoótico se encuentra en regiones pantanosas y selvas húmedas, y se lleva a cabo entre roedores y marsupiales y los mosquitos del género Culex.
La transmisión del virus aumenta exponencialmente durante las épocas de lluvia. El hombre y los equinos se infectan al penetrar en focos naturales del virus enzoótico.
Los equinos juegan un papel fundamental como amplificadores del virus para el mantenimiento del ciclo epizoótico; también intervienen especies de mosquitos del género Culex con afinidad por los equinos.
La infección del hombre y otros animales vertebrados es secundaria en el ciclo viral y no contribuye en el mantenimiento de la enfermedad. Las epidemias ocurren principalmente en zonas áridas o semiáridas, encontrándose distribuidos geográficamente en todo el continente americano y el Caribe.
Síntomas
Estos virus suelen causar enfermedad solo en equinos y en el ser humano, produciendo infección asintomática en otras especies.
Los virus de la Encefalitis Equina del Este y del Oeste producen un cuadro similar en los caballos caracterizado por fiebre, anorexia y depresión en los casos leves. En casos graves la enfermedad presenta un curso difásico con depresión marcada, caída del labio inferior, incapacidad para la deglución y visión borrosa.
Los animales muestran alteraciones en la marcha y en la estación, siendo frecuente el andar en círculos, espasmos musculares, ataxia, paresia, postración, convulsiones y muerte entre el 75 y 90% de los casos graves.
La variante epizoótica del virus de la Encefalitis Equina Venezolana causa infección subclínica o signos clínicos variables. En algunos casos la enfermedad es similar a los virus del Este y del Oeste, que además de la clínica nerviosa puede producir cólicos y diarreas; en otros se observan síntomas febriles agudos sin signos neurológicos, incluyendo, depresión, anorexia, debilidad marcada, síndrome abdominal agudo y diarreas. El virus enzoótico Venezolano suele producir infección subclínica.
Prevención y control
En regiones de alto riesgo se recomienda la vacunación de los equinos con antígenos protectores contra la Encefalitis Equina Venezolana monovalentes, bi o trivalentes y su revacunación anual. El control de los vectores a través de la fumigación aérea con malatión o piretroides ha dado buenos resultados en el control de grandes epizootias. También se recomiendan las medidas de higiene y bioseguridad en los establos y cuadras, como el control de vectores, la colocación de mosquiteros y el aislamiento sanitario en los establos afectados