La salud de los pies influye en nuestro cuerpo de una manera que nadie se imagina. El calzado que usamos, la limpieza que les hagamos todos los días y hasta la cantidad de esfuerzo a la que los sometemos puede significar que en el futuro tengamos buena o mala salud y más aún si salimos todos los días a trabajar o a estudiar.

Características de un pie mal cuidado

Si no tenemos precaución se desarrollarán algunas características que revelarán que tenemos un pie mal cuidado. Si usamos un calzado muy apretado el pie empezará a deformarse en las partes laterales, y si el zapato es muy plano o de diferente altura por el deterioro del mismo, el esfuerzo adicional que hace la espalda ocasionará dolores e inclusos problemas más graves.

Pero si el zapato es muy grande para nuestros pies se puede romper la piel por la fricción entre el zapato y la parte posterior del talón.

El zapato o calzado que usemos debe ser los más cómodo posible y adecuado para la actividad que realizamos. Si trabajamos en la construcción o cualquier actividad relacionada deberá ser un zapato de seguridad, si practicamos deportes o caminamos distancias muy largas uno con materiales livianos, de goma y resistentes.

Existen zapatos de goma o deportivos que permiten la ventilación, estos son perfectos para prevenir la formación de bacterias. Nunca debemos usar medias que estén húmedas ni zapatos mojados ya que se puede formar entre los dedos hongos y para eliminarlos muchas veces es difícil.

La limpieza de los pies

La limpieza de los pies es fundamental para que tengamos buena salud, ya que al igual que las manos están más expuestos a las bacterias y peor aún a hongos. Es recomendable usar algún polvo de uso diario que elimine las bacterias ya que por lo general el mal olor de los pies es producido por ellas.

La limpieza de las uñas de los pies es otro aspecto que hay que darle especial atención.

Si las cortamos mal se pueden doblar al ir creciendo y ocasionarán una infección que en la mayoría de los casos hay que operar para poder extraer la uña que creció en una dirección contraria a lo normal y habrá que tomar antibióticos.

Caminar descalzos no es recomendable en ningún sitio de la casa y mucho menos en el patio o la calle.

Debido a ciertas características de los pies son más vulnerables a las bacterias y parásitos que están en el piso, por eso es fundamental que también se lave y desinfecte la parte interna de los zapatos cada cierto tiempo.