La "Agencia Española del Medicamento" nos ofrece una guía sencilla sobre la cosmética infantil. En ella se trasladan las directrices al respecto de la Unión Europea.
Nos encontramos el siguiente párrafo, que copio literalmente:
El producto cosmético no debe contener más ingredientes de los estrictamente necesarios. A continuación se detallan las sustancias (incluidas impurezas) que no deben incluir:
- sustancias con propiedades carcinógenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción.
- sustancias con actividad disruptora endocrina.
- sustancias que sean alérgenos potentes.
Prohibición de los parabenos
Hay quien puede pensar que el uso de determinadas sustancias no puede ser tan malo como pregonan algunos; si lo fueran estarían prohibidas… todas las certezas que los científicos van acumulando hacen que las normas de fabricación de los cosméticos vayan cambiando, pero desde la sospecha a la confirmación y a la legislación pasan muchos años, los fabricantes continúan utilizando ingredientes ciertamente “sospechosos” hasta que la normativa les cae encima.
Como ejemplo tenemos el uso de ciertos parabenos, Isopropylparaben e isobutylparaben, la UE prohibió su uso en 2014.
Otros parabenos, el Butylparaben y el propylparaben están seriamente bajo sospecha, tan es así que la UE limitó recientemente su utilización a una concentración del 0.14%, ya sea solos o mezclados. En abril de 2016 entró en vigor la norma que prohibió su uso en cremas para pañal, donde la piel puede estar dañada y su absorción puede ser mayor.
Sin embargo, los parabenos son conservantes que se han venido usando desde mediados del siglo pasado, y no fue hasta 2004 cuando saltó la primera alerta sobre su uso. Fue la Doctora Philippa Darbre quien publicó un estudio “Concentración de parabenos en cánceres de pecho humanos”, se sugería la relación entre el uso de parabenos, principalmente en desodorantes, y el desarrollo de tumores de mama.
Tras esta primera llamada de atención pasaron 10 largos años hasta que la UE modificó la normativa.
Los parabenos son, probablemente, los disruptores endocrinos más estudiados pero hay otros que conviene tener en cuenta: BHA (conservante), ethylhexyl methoxycinnamate (filtro solar), benzofenona-1(filtro solar), oxybenzone,(filtro solar), cyclotetrasiloxane (suavizante piel y cabello), ftalatos (fijadores de perfume y plastificante) y almizcles sintéticos (fijadores de perfume)
Esta relación abarca los compuestos que toda mujer embarazada, en periodo de lactancia o niño menor de 3 años debería evitar si o si.
Son productos que perturban el normal desarrollo embrionario y afectan a los órganos sexuales; tienen que ver con enfermedades como la diabetes, infertilidad, cánceres relacionados con el sistema hormonal, la obesidad o afectar incluso al desarrollo cognitivo.
Ftalatos por todas partes
Otros disruptores endocrinos son los ftalatos.
Hay unos 80 tipos de estos compuestos, cuando hay evidencias sobre la peligrosidad de uno, la industria ya tiene otro como repuesto sobre el que se tardará años en legislar. En la Unión Europea se emplean toneladas de ftalatos anualmente con los más variados propósitos, se usan en envases plásticos, en tintes para el pelo, en laca de uñas, para fijar perfumes tanto en productos de limpieza como de aseo personal … En la actualidad hay ftalatos prohibidos para uso cosmético y para fabricación de utensilios de puericultura o juguetes; pero hay muchos otros que se usan libremente. En muchas ocasiones ni siquiera se mencionan en la etiqueta porque suelen aparecer encubiertos bajo el ingrediente “parfum” o “fragance”; es el caso del DEP (Dietilftalato), aparece en muestras de orina de Niños españoles en una concentración 6 veces mayor que la media europea.
Como se puede comprobar no es fácil librarse de las sustancias que afectan a nuestro sistema endocrino, tampoco lo es evitar las que son irritantes y con más riesgo de provocar alergias. Nuestro espacio se ha agotado pero en próximas entregas hablaremos sobre ellas.