Holanda, uno de los países modelo por su estatus de vida y por su nivel de bienestar, ha logrado generar el primer embrión completamente artificial.
Como es evidente, y como ocurre siempre en la ciencia, no se trata de un feto de persona porque se trataría de algo poco ético y por el momento ilegal. Este embrión artificial es el feto de ratón. Lo pudieron generar desde un laboratorio de Maastricht, que se encuentra en los Países Bajos, mediante el uso de células madre. Una vez lograron dar lugar al feto, éste continuó desarrollándose en el útero del ratón pero desgraciadamente no pudo alcanzar la etapa de madurez.
¿Y porqué tanto entusiasmo y felicidad si el feto artificial no pudo alcanzar la fase adulta?
Bueno, la ciencia es así. Aunque no se consiga el objetivo final se logran avanzar en otros aspectos y eso ya es motivo de felicidad. En este caso, al haber podido llegar a generar un feto totalmente artificial a partir de células madre significa que no se ha utilizado ni esperma ni óvulos. Esto es la primera vez en la historia que se consigue, y por eso es un gran motivo para poder saltar de alegría. Permitirá generar muchos embriones y poder estudiar de forma más eficaz los problemas de fertilidad relacionados en esta primera etapa (que suelen ser los más frecuentes). A parte de que si se sigue investigando, y se logra ver en qué puntos se ha podido fallar e intentar solventar estos errores, se puede conseguir que el feto siga creciendo hasta llegar a la madurez.
Por el momento este estudio, publicado en la revista Nature, permite estudiar las primeras etapas del desarrollo de un ser vivo. En un futuro podría conducir a lograr dar a luz los primeros seres vivos artificiales de la historia.
El estudio en sí...
Centrándonos en dicho estudio, el embrión artificial se obtuvo en el Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad de Maastricht, y los autores de este gran trabajo pertenecen al grupo de investigación dirigido por Nicolas Rivron.
El punto de partida para poder crear el embrión fueron dos familias de células madre: las que dan lugar a la placenta y aquellas de las que se forma el organismo. Una vez se añadieron al tubo de ensayo, las células dieron lugar a una estructura similar a la de un embrión en la fase inicial de desarrollo llamada blastocito, en la que se forma el saco que contiene las células madre.
El embrión artificial ha podido alcanzar una estructura similar ha lo que se conoce como "blastoide", es decir, una pequeña esfera hecha de capas delgadas. No se puede excluir que en un futuro lejano esta sea la forma de obtener seres vivos artificiales, pero por ahora se trata sólo de un hallazgo sin precedentes que permite estudiar las etapas iniciales del desarrollo embrionario, aquellos en los que se forma la placenta y se lleva a cabo la implantación en el útero y que, en muchos casos, son responsables del fracaso de muchos embarazos.
Conclusiones
Por lo tanto, los resultados de este estudio son buenos tanto para poder detectar posibles causas que hoy en día hacen que muchos intentos de embarazo queden en nada y puede llegar a ser la etapa inicial para poder lograr seres vivos artificiales.
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