El famoso "Dolor de cabeza" al hablar de sexo, muy practicado por las mujeres, dejó de ser una excusa y se convirtió en un asunto serio. Pero no es que el dolor de cabeza antes del acto sexual. Estamos hablando de 'cefalea orgásmica', dolor de cabeza que se inicia durante el coito. La cefalea orgánica comienza en promedio 3 minutos antes del orgasmo. De forma blanda, el dolor va aumentando y llega al límite máximo durante el orgasmo y continúa por varias horas. Hay dos características de 'cefalea orgásmica': el benignos y malignos.

La "cefalea orgánica benigna" afecta tanto a hombres como a mujeres, principalmente a aquellas personas que sufren de migraña.

Todo sucede cuando el sistema nervioso altera el sentido del placer de la sensación de dolor. Todo no es más que una confusión y un desequilibrio químico, afirma Alexandre Feldman, presidente de la Asociación Brasileña para la Prevención de la migraña. La "cefalea orgásica maligna", además de ser rara, puede causar la muerte de la persona. Todo esto es provocado por un aneurisma cerebral. En estos casos, el seguimiento médico es imprescindible, pues la detección del posible problema puede ser hecha a través de exámenes clínicos.

Causas

Uno de los principales factores que contribuyen al surgimiento de la cefalea orgánica es el estrés. Las personas que tienen la costumbre de dormir hasta tarde, haciendo uso constante de dulces, refrescos y productos procesados también pueden desarrollar enfermedad.

Muchas personas que sienten ese dolor de cabeza durante el acto sexual ni siquiera saben el verdadero problema. Muchos prefieren no dividir la información con el socio con miedo a posibles problemas en la relación. Con eso, algunas personas empiezan a evitar relaciones sexuales, causando gran insatisfacción con el (a) cónyuge.

Cómo evitar

Algunos hábitos pueden ayudar a evitar la cefalea orgánica. Busque alimentarse de la forma correcta y en los horarios correctos. Evite refrigerantes, chocolates, galletas rellenas y azúcar. Dormir temprano, evitando el hábito de ver la televisión o navegar por Internet hasta altas horas, así como practicar ejercicios físicos regularmente también son buenas opciones para combatir la aparición de la enfermedad. Estos buenos hábitos contribuyen a un cambio significativo en la salud y también estáticamente, ya que el consumo de refrescos y azúcar está entre los principales villanos de la obesidad.