La dentición primaria o temporal, son los primeros dientes que aparecen en el niño, usualmente alrededor de los 6 meses hasta completar 20 piezas dentarias alrededor de los 2 o 3 años

Estos dientes de leche, como también son llamados van a ser sustituidos, luego de su caída, por los dientes secundarios o permanentes, que son 32 piezas en total, y son dientes mucho más grandes y fuertes, que deben durar el resto de la vida.

¿Cuándo comienzan a caerse?

Es variable e individual, pero por lo general los dientes de leche comienzan a caerse entre los 5 y 6 años, comenzando por los incisivos inferiores que también fueron los primeros en aparecer, seguidos de los incisivos centrales superiores y los laterales, hasta los 10-11 años de edad cuando terminan en caerse todos los dientes temporales.

Durante toda esta etapa, las raíces de los dientes de leche comienzan a reabsorverse, al crecer por debajo el diente permanente correspondiente, lo cual hará que el diente de leche se afloje.

¿Qué hacer?

Es frecuente ver la angustia de los padres al no saber qué hacer cuando su hijo tiene un diente flojo, sobre todo porque desde que el diente se afloja hasta que se desprende, puede pasar algún tiempo.

En general, la mayoría de los expertos recomiendan que los dientes de leche deben dejarse caer solos, ya que el movimiento hacia arriba del diente tratando de salir es lo que hace que se afloje el de leche.

Sin embargo, en ocasiones muchos Niños se sienten inquietos cuando el diente tarda en caerse, ocasionándoles problemas para comer o para hablar, en cuyo caso podemos decirle al niño que lo mueva suavemente con la lengua a ver si se cae, pero no se debe tratar de sacar el diente temporal que no está del todo listo, ya que puede causar sangrado y dolor, y traumatizar al niño.

No debe olvidarse que los dientes temporales, sirven de guía a la dentición permanente, además de que esas piezas les sirven de nutrición, por lo que no deben extraerse bruscamente.

En algunos casos, el diente permanente viene en una posición errática, lo cual hace que no se no se afloje suficiente el diente de leche como para caerse solo, en cuyo caso se hace necesaria la intervención del odontólogo para que realice la extracción.

De manera preventiva y para detectar cualquier anormalidad en la dentición, se recomienda la revisión regular por parte del odontopediatra.

De cualquier manera, y sobre todo si el diente se cayo solo, el niño estará feliz con la caída de su diente de leche, esperando la tradicional visita del “ratón Pérez”…