Ejercitar la musculatura íntima colabora con el aumento de flujo sanguíneo en la región pélvica, ayudando a aumentar el flujo de hormonas directamente al área vaginal, garantizando orgasmos más intensos y el control urinario y fecal. Conforme la mujer fortalece sus músculos sexual, ella notará que es capaz de aislar los grupos musculares de su base pélvica, logrando identificar cuáles son los músculos anales y distinguiendo su punto G, que es uno de los responsables del placer femenino.

Estos músculos también ayudan en el control fecal y urinario, sosteniendo todos los órganos centrados en la región pélvica.

En los hombres el perineo está localizado en el ano que va hasta el saco escrotal, en esa área los músculos bulbo canosos envuelven todo el órgano genital masculino y su contracción, auxiliando en la erección. La práctica constante de estos ejercicios que implican los músculos que se citan anteriormente es muy importante para la salud masculina y femenina.

Recordando también que algunas quejas relacionadas con posibles cambios de estos músculos se pueden agregar la eyaculación precoz (en los hombres), vaginismo, la vulvodinia (en las mujeres), la disfunción eréctil y la flojedad vaginal, lo que es importante para buscar la ayuda de un experto si sienta algunos síntomas negativos.

Vea cuál es la forma correcta de practicar los ejercicios que colaboran para su salud íntima

Contraer y soltar la musculatura

Siéntese y apoye sus pies en el suelo, manteniendo sus piernas suavemente separadas una de la otra. Luego incline su tronco sólo un poco hacia adelante. Ahora vas a contraer la musculatura del piso pélvico sin necesitar la ayuda de tu abdomen para sostener la respiración.

Después de eso, relájese durante aproximadamente tres segundos y vuelva a empezar el ejercicio. Para obtener el resultado esperado es necesario hacer diez repeticiones tres veces al día.

Compresión sostenida

Para que usted realice ese ejercicio continúe en la misma posición que indicamos arriba, después de eso intente contraer la musculatura del piso pélvico y se mantenga sosteniendo la contracción, sin atrapar el aire y no contando con la ayuda del abdomen.

Sólo cuente el tiempo en que usted puede sostenerla. Realice esa contracción y relájese, si usted consiguió contraer por dos segundos, descanse por cerca de seis segundos hasta reanudar la próxima sesión. Realiza diez repeticiones tres veces al día. No es aconsejable realizar estos entrenamientos en el momento en que se está haciendo pis, pues esto puede ocasionar daños en el vaciamiento completo de su vejiga en el momento del acto.