En más artículos, hablamos sobre la importancia de la actividad física para controlar el colesterol en la sangre. Para ser combinado, obviamente, con una dieta saludable. Después de todo, la actividad física (desde correr hasta la bicicleta, pasar caminando rápido y levantar pesas) también ayuda a combatir las enfermedades cardiovasculares, reduce el estrés, regula la presión y reduce el sobrepeso. Recomendamos una actividad física de intensidad media de treinta a cuarenta minutos por día, aunque también hay una diferencia entre dos tipos: aeróbico y anaeróbico.

Ambos, de hecho, tienen diferentes beneficios para nuestro cuerpo. A continuación vemos qué.

Actividad física aeróbica

Comencemos con la actividad física aeróbica. Porque está destinado, por ejemplo, a nadar, correr, a caminar. La actividad aeróbica promueve el colesterol bueno en la sangre, el del tipo HDL. Es decir, el que transporta el colesterol de los tejidos al hígado; lo que facilita su reducción en sangre. Para disfrutar de los beneficios se aconseja practicar al menos un par de horas a la semana, llegando a quemar al menos novecientos kilocalorías. QUIÉN sube la barra a ciento cincuenta minutos de actividad aeróbica por semana a intensidad moderada, con sesiones de al menos diez minutos continuos para cada sesión.

Actividad física anaeróbica

La actividad anaeróbica significa el tipo de ejercicio que requiere mucho oxígeno porque requiere más esfuerzo físico. La construcción del cuerpo, por lo tanto, levantamiento de pesas, es parte de la actividad anaeróbica. Ayuda a controlar la presión arterial y promover el funcionamiento adecuado de los vasos sanguíneos.

Por lo tanto, ayuda a limpiar la sangre del llamado colesterol malo, a favor del bueno. La OMS sugiere que lo ideal sería combinar la actividad aeróbica y anaeróbica, para obtener un doble resultado. Por ejemplo, además de dos horas a la semana, escalonar 30-40 minutos durante 3-4 días a la semana, incluso un levantamiento de pesas de esfuerzo medio.

La actividad física anaeróbica tiene beneficios más limitados en la salud cardiovascular. Sin embargo, puede ayudar a mantener su presión arterial bajo control y promueve el correcto funcionamiento de los vasos sanguíneos. También puede ayudar a obtener los máximos beneficios de la actividad aeróbica. Es por eso que la OMS sugiere combinar la actividad aeróbica semanal con al menos 2 ejercicios anaeróbicos por semana.