La cantidad de veces que debemos bañarnos en un día depende de varios factores, como el tipo de trabajo que tenemos, el clima, la salud, la disponibilidad del agua y lo más importante el criterio que tengamos en cuanto a la higiene y el conocimiento que tengamos sobre de las bacterias, como se propagan y que efecto producen en nuestro cuerpo, además los dermatólogos han advertido acerca de los dos extremos, bañarse muy poco o en exceso.
Al bañarnos eliminamos bacterias
Debido a la exposición al mundo exterior adquirimos bacterias en casi todas partes y al bañarnos eliminamos bacterias.
Nuestro cabello por ejemplo recoge toda la tierra y el humo que flota en la calle, luego al sudar esa suciedad en forma de grasa baja por nuestro rostro. Algunos han disminuido la cantidad de sucio que cae en la cabeza al usar un sombrero moderno o trasladarse en su vehículo al trabajo. El sudor de las axilas también es el hogar de miles de bacterias, aunque la mayoría de los desodorantes evitan la transpiración y así se disminuye un poco el olor que estas causan.
Cada vez que vamos al baño también de alguna forma ensuciamos el cuerpo en sus partes exteriores y esto también alberga bacterias. El saludar a otros con un beso o un abrazo también nos ensucia y a medida que avanza el día sudamos y este líquido compuesto de sales y minerales por así decirlo es un desecho del cuerpo, así que muchas toxinas son eliminadas mediante el sudor, por lo que la piel se ensucia.
Los pies durante el día están sometidos a una presión de trabajo constante y sudan y de esta manera se favorece el cultivo de organismos que provocan el mal olor. Prácticamente el cuerpo humano se contamina, aunque esté en estado de reposo, por lo que bañarse es fundamental para conservar la salud, aunque sea una persona enferma y esté todo el tiempo acostada en una cama.
Cuantas veces bañarnos
Es difícil determinar cuantas veces bañarnos ya que cada persona tiene una actividad diferente y muy pocos tienen la oportunidad de bañarse en el trabajo. Una gran mayoría se baña en la mañana antes de ir al empleo o el lugar de estudio y se baña de nuevo al llegar al hogar. Otros solo se bañan en la noche y algunos solo en las mañanas.
Según la Academia Española de Dematología y Venereología, un solo baño al día es suficiente y nunca con esponjas y solo un poco de jabón.
Cada persona conoce su cuerpo y sabe cómo reacciona ante las bacterias. Algunos les gusta bañarse y a otros no. Sin embargo, la higiene nos mantiene con vida y con salud, aunque no es recomendable bañarse de manera excesiva o muchas veces ya que todo en exceso hace daño y la piel puede perder su grasa natural que también la protege del efecto dañino de las bacterias que quieren entrar a nuestro organismo, como ha advertido la OMS, que en caso de tomar una segunda ducha sea con poco jabón y rápidamente.