A lo largo del tiempo, las personas buscan ser más bellas, de hecho las estadísticas señalan que 9 de cada 10 mujeres desearían cambiar al menos un aspecto de su físico, y por lo menos el 25% de ellas se sometería a una intervención para mejorar su cuerpo. Y gracias a los avances de la ciencia, hoy en día es posible, cambiar tu rostro y/o tu cuerpo, a tu gusto, desde un implante de cabello, pestañas postizas, acomodarse la nariz, aumentarse los senos, en fin, pero ¿es necesario? ¿la hará eso sentirse mejor consigo misma?

Autoestima

La autoestima se define como el conjunto de percepciones y evaluaciones dirigidas hacia nosotros mismos, y por supuesto que está íntimamente relacionado con la imagen que tenemos de nosotros mismos, como nos vemos.

Pero esa autoimagen se basa principalmente en nuestras interacciones sociales y en las experiencias vividas, no en nuestra apariencia física, teniendo como fundamentos la confianza y el respeto hacia nosotros mismos como personas.

Una persona con un alto grado de autoestima se siente “apto” y capaz, mientras que una persona con una autoestima baja se siente “equivocado” e inútil; y en el camino hacia lograr la autoestima debemos reconocernos, aceptarnos y valorarnos.

Pero si sentimos que el problema con nuestra autoestima es a consecuencia de nuestra apariencia física, hay que analizar qué se puede hacer al respecto.

Apariencia física y belleza

Los estereotipos de belleza varían considerablemente en las diferentes épocas y culturas y épocas, y por supuesto en lo individual, como valora cada persona la belleza.

Sin duda, que pararnos frente a un espejo y que nos agrade nuestra apariencia, sentirnos bellas, también nos hará sentirnos felices; y por el contrario el aspecto físico puede tener una influencia muy negativa sobre nuestra autoestima.

Pero podemos mejorar nuestra apariencia física, todo es cuestión de cuidado personal, simplemente gracias al maquillaje o al vestuario, con un tratamiento para el cabello, a la rutina en el gimnasio, o pasando a las múltiples opciones que ofrece el bisturí de la cirugía plástica estética.

El problema, es que a veces se vuelve una obsesión, como una especie de adicción, en una búsqueda incesante de la belleza.Otra cosa muy distinta es descuidar nuestra apariencia personal, pues se crea un círculo vicioso

Si nos sentimos bien con nosotros mismos, si somos felices, somos bellos, pues la felicidad transmite, todo es cuestión de actitud, y si decidimos hacer un cambio en nuestra apariencia, que sea por nosotros mismos.