Actualmente, las vacunas son el medio más seguro y eficaz de protección contra enfermedades infecciosas. Se producen a partir de formas debilitadas del propio microorganismo o de sus toxinas. Pero en los últimos meses se ha vuelto más visibles los efectos adversos de ciertas vacunas como el tétanos, la tos ferina, y más recientemente, la fiebre amarilla. T efectos ais van desde fiebre y dolores de cabeza, pero en casos extremos, conduce a la muerte.

Cómo funcionan las vacunas

Después de la aplicación de la forma debilitada del microorganismo causante de la enfermedad, las defensas del organismo entran en acción, combatiendo y generando anticuerpos, activando la memoria inmunológica.

Si, en el futuro, el mismo agente que atacan el cuerpo, los anticuerpos producidos por vacunas lo destruirán.

Mitos sobre la vacuna

  • La vacuna de la gripe causa la gripe.

La vacuna contra la gripe utiliza el virus "muerto" en su composición, por lo que no es posible a causa de contaminación. Sin embargo, si la persona vacunada ya está portando el virus de la gripe, va a desarrollar la enfermedad.

  • Las mujeres embarazadas no deben vacunarse.

Algunas vacunas, como la gripe, la hepatitis B y el tétano, se indican principalmente para las embarazadas, para protegerlas y los bebés, que siguen inmunizados después del nacimiento. Otras vacunas inactivas deben ser indicadas y evaluadas por un medio considerando cada caso, pues algunas son contraindicadas.

¿Los monos transmiten la fiebre amarilla?

No, así como los seres humanos, los monos son víctimas de la enfermedad y no son responsables de la transmisión. Pero, ellos sirven como indicadores de la enfermedad, pues como son los principales hospederos y no pueden ser vacunados, sirven de advertencia sobre donde hay mayor riesgo de contaminación.

Como muchas personas todavía no tienen acceso a este tipo de información, principalmente en el medio rural, acaban a menudo matando a estos animales por estar infectados. El transmisor principal de la Fiebre amarilla es el mosquito, conocido popularmente como dengue (en zonas urbanas), y por el mosquito Haemagogus el ciclo salvaje.

Su transmisión se hace a través de la picadura del insecto. La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa grave y generalmente al inicio de la enfermedad no llega a presentar síntomas, y se presentan, son muy débiles. Los primeros síntomas graves aparecen repentinamente: fiebre alta, vómito, escalofríos, dolores, cansancio por cerca de dos o tres días. La forma más grave de la infección suele aparecer después de un corto período de bienestar, cuando muchas veces ocurren insuficiencias renales y hepáticas, hemorragia y cansancio interno. La mejor forma de prevención es la vacunación, pero se debe observar si tiene alergia a alguno de los componentes de la vacuna. Otras formas de prevenir son el uso de repelentes, pantallas en las ventanas y, principal, evitar la acumulación de agua parada.