Una Alimentación saludable en esta etapa fisiológica de la vida de una mujer es vital para prevenir alumbramientos prematuros o problemas relacionados con el desarrollo del feto, ya sean bajo peso o de talla para su edad o mayor susceptibilidad a las infecciones.
Mayor importancia tiene una mala nutrición si las mujeres son multíparas, es decir, si son varios los embarazos y, sobre todo, si existe un corto intervalo entre ellos, en cuyo caso se agotan las reservas maternas y es difícil que el organismo de la mujer no se resienta de algún modo (anemias, descalcificaciones, etc.).
Deben cuidarse con atención especial los embarazos gemelares; también las embarazadas adolescentes, ya que al estar en edad de crecimiento sus necesidades serán mayores. Hay que llevar especial cuidado y control, pues se puede producir una "competición" de para conseguir los nutrientes esenciales entre la madre y para el desarrollo del feto.
Recomendaciones
- Satisfacer las necesidades nutritivas de la madre gestante.
- Cubrir los requerimientos nutritivos debidas al crecimiento del bebé.
- Preparar el cuerpo de la madre para afrontar el momento del parto.
- Preparar al organismo para la producción de leche durante la etapa de lactancia.
Síntesis de nuevos tejidos
La gestación es una etapa anabólica por excelencia, en la cual, la mujer sintetiza muchos tejidos nuevos, como ocurre en las glándulas mamarias, al mismo tiempo que engrosa el tejido uterino, aumenta el tejido adiposo y se desarrolla el feto y la placenta.
Cabe destacar que ésta es la única etapa de la vida en la que el organismo es capaz de hacer reservas nitrogenadas.
Esta necesidad de crecimiento se traduce en un aumento progresivo de peso durante toda la gestación, que puede alcanzar hasta unos 15 kg, dependiendo de la situación anterior al embarazo.
Actualmente, el parámetro antropométrico más utilizado es el índice de masa corporal (IMC) que relaciona el peso y la talla y se expresa en kg/m2.
- IMC = peso (Kg) / altura^2 (metros)
En este sentido, las recomendaciones en cuanto a ganancia ponderal durante todo el embarazo se refieren al IMC anterior a la gestación.
Es bueno observar que la ganancia de peso debe ser progresiva, es decir, que durante el primer trimestre sea menor que durante el segundo y tercero. Si el peso aumenta excesivamente al principio, es conveniente el control cuidadoso del mismo.
Sabemos, actualmente, que el coste energético de la gestación se establece aproximadamente en unas 75.000 kcal suplementarias (es decir, además de las que necesitaría esa misma mujer en igual período de tiempo).
Cabe destacar que esta energía no debe proporcionarse de cualquier forma, sino de acuerdo con la necesidad específica de cada período de la gestación y a base de alimentos que contengan los nutrientes adecuados a este momento fisiológico que, como se ha dicho, es esencialmente plástico.