Con agradable sabor se dieron a conocer por sus beneficios en la perdida de peso y control de apetito. Pero eso no es todo lo que ofrecen estas maravillosas semillas, ya que son ricas en fibra y antioxidantes, calcio, proteínas y ácidos grasos omega 3 (ácido alfa-linolénico) ALA de origen vegetal.

Reducen/ controlan el apetito haciéndonos sentir mas llenos de forma mas rápido, debido a que absorben hasta 10 veces su peso en agua, formando un gel que produce la sensación de llenura, esto es debido a la fibra soluble que contienen, esto sucede cuando estas son con liquido.

Beneficios de la semilla de chia

  • Controlan los antojos: su contenido en fibra nos aporta sensación de saciedad, ayudando a la perdida de peso.
  • Antioxidantes: según diversos estudios detiene un alto porcentaje de los radicales libres, siendo beneficioso contra el envejecimiento.
  • Fuente de energía: ricas en vitaminas y minerales suponen una fuente importante de energía para el organismo, generando vitalidad.
  • Depurativas: logran eliminar toxinas y liquido del organismo y previenen la oxidación celular, siendo un gran depurador para el organismo.
  • Agradable sabor: su sabor tiene una similitud al de las nueces, dándole la ventaja de no modificar el sabor de las preparaciones a las que es agregada.
  • Fuente de Omega-3: poseen incluso mas omega-3 que algunos pescados, ya que es una de sus principales propiedades. Es importante tener en cuenta que para su máximo aprovechamiento se debe moler las semillas.

Como consumir semillas de chia

Son de fácil digestión y lo ideal seria consumir 25 gramos al día.

La forma mas común de consumirla es mezclándola con algún liquido (agua, jugo, lácteos, entre otros). Pero también se le puede agregar estas semillas en el aderezo de ensaladas e incluso en postres.

Efectos negativos

  • Baja la presión arterial en algunas personas, por lo que si ingieres medicamentos para la hipertensión evita consumir semillas de chía.
  • En algunos casos puede disminuir excesivamente el azúcar en sangre.
  • En el caso de la lactancia, no existe ningún estudio que prohíba su consumo tanto para mujeres lactando como para embarazadas. sin embargo, profesionales recomiendan su consumo moderado.

De cualquier manera, como todo en la vida tanto el consumo excesivo como su déficit afecta, por lo que se recomienda que sea moderado y equilibrado su participación en nuestra dieta y vida diaria.