Aunque muchas personas sufren a causa de la imposibilidad de adelgazar, son muchas más las que no pueden estabilizarse después de haber conseguido el peso perfecto. Tras el régimen, los ayunos y sacrificios, sobreviene la recuperación de los kilos perdidos e, incluso, algunos más, de los que se tenían antes de iniciar el tratamiento.

¿Por qué a la mayoría de las personas les resulta tan arduo lograr el equilibrio de un peso estable?

Las razones son muchas; pero más allá de cuestiones estéticas, este “sube y baja” de los kilos es perjudicial para la salud: se generan células grasas e, incluso, puede dar lugar a enfermedades como la diabetes o a problemas cardiacos y circulatorios. Entonces, si ya ha logrado una figura armónica, esta nota es para usted. Encontrará un plan alimenticio muy completo que le permitirá sustituir aquellos alimentos “prohibidos” durante la dieta. También, hallará todas las respuestas a sus dudas sobre el mantenimiento del peso a fin de que los kilos perdidos no regresen y logre el objetivo de estar a gusto para siempre.

¿Por qué se recuperan tan fácilmente los kilos perdidos?

Cuando el elemento a erradicar son los kilos de más, el problema parece volverse crónico. Después de que se ha logrado combatir el exceso de peso, la tarea de mantenerse no resulta nada fácil.

Los especialistas coinciden en que uno de los factores determinantes es el tipo de dieta con que se llevó adelante el descenso de peso.

En este sentido, el éxito estará determinado por haber logrado o no un cambio en el estilo de vida; o, dicho en otras palabras, que el tratamiento elegido haya logrado no solo la perdida de grasa si no, y lo que es más importante, modificaciones permanentes en la conducta de la persona. Muchos planes de adelgazamiento extremadamente restrictivos o basados en principios difíciles de mantener a lo largo del tiempo pueden hacer bajar de peso gracias a algunos sacrificios; pero, cuando se abandonan, surge el termino efecto rebote y el ciclo vuelve a empezar.

En conclusión: es importante bajar de peso de manera racional, sin dietas que prometan soluciones mágicas. Cuando el objetivo se ha logrado, el periodo de mantenimiento es una etapa tan o aún más importante que el de adelgazamiento, ya que reasegura el éxito del trabajo realizado a fin de que no haya sido en vano.

Esta nueva etapa requiere del cumplimiento de un plan alimenticio flexible y de respetar algunas pautas que serán de utilidad, pues permitirán mantener una figura delgada y Saludable para siempre.

Tenga en cuenta que una de las bases del mantenimiento del peso es el control de hambre y la ansiedad para que no haya indeseables “desbordamientos”.

Para ello es importante:

  • Saber qué se puede comer.
  • Hacer varias comidas cada día (5 o 6).
  • Tener en cuenta la forma de vida de la persona (familia, horario, trabajo) para poder adaptar la alimentación en ella.