De estos la nutrición y en especial los alimentos con alto contenido de proteínas como carne, pollo, pescado, huevos, leche y derivados son la materia prima que utiliza el organismo para construir nuevos tejidos que requiere este proceso y juegan un papel determinante en la velocidad del mismo. La leche en particular, contiene un factor (IGF), que estimula directamente la síntesis de la hormona de crecimiento.

Existen muchas causas que afectan el ritmo del crecimiento. Entre las causas endocrinas, el déficit de hormonas tiroideas o hipotiroidismo y la deficiencia de la producción de la hormona del crecimiento, son las que se debe descartar primero.

Luego, los problemas congénitos y anormalidades metabólicas de origen renal, de la absorción de calcio y de otros nutrientes que afectan marcadamente el crecimiento.

También existe el retraso constitucional del crecimiento. En este el desarrollo óseo se retrasa unos años, pero más adelante alcanza la estatura normal. Sin embargo, y quizás la causa más frecuente de déficit del crecimiento se debe a las fallas nutricionales. Así tenemos que se enlentece en aquellos niños que no tienen la posibilidad de comer proteínas, así como también en los niños inapetentes, los que comen poco y que muestran poco interés por la comida.

Los niños inapetentes

Pese a la gran importancia que tiene la nutrición en el crecimiento, algunos niños muestran muy poco interés por la comida, poco les gusta comer, así un plato exquisito en lugar de aumentarles el apetito les provoca náuseas.

Huyen de la comida y el momento de comer les parece un suplicio.

Hay quienes aconsejan dejarlos sin comer y aseveran que algún día les dará hambre, pero no es así porque el hambre no llega. Juegan todo el día, gastan mucha energía, pero aún así el hambre no llega. Les quitan las chucherías para que les de apetito a la hora de comer, pero nada; siguen inapetentes.

Sucede que, si esperamos a que el niño quiera comer, pasaran años preciosos en los cuales el crecimiento será muy escaso. El apetito de esos niños, suele mejorar a los once o doce años, cuando ya han perdido mucho tiempo de crecimiento acelerado, que luego difícilmente se podrá recuperar.

Es muy importante diagnosticar estas deficiencias en forma temprana, pues una vez que llega la pubertad, se hace más difícil acelerar el crecimiento.

Cuando los padres son bajitos

El hecho de que los padres sean de baja estatura, no excusa al niño de tener un problema de déficit hormonal. Esto es importante, pues, si no se corrige el problema hormonal, el niño puede alcanzar al final una estatura aún menor que la de sus padres.

Aquellos niños que tienen padres muy altos, tienen ese factor a su favor y pueden llegar a crecer mucho aún con una nutrición deficiente. Por lo contrario, si los padres son bajitos y la nutrición es deficitaria en proteínas, entonces la estatura final puede llegar a estar por debajo de la que el niño tenía programada, es decir que puede terminar más bajo que los padres.

Un ejemplo claro sobre la nutrición en los niños, son esos tiempos de guerra o pobreza crítica donde permanecieron desnutridos durante su infancia, tienden a ser más bajitos que sus padres.

Luego cuando estos tienen sus hijos, estos están mejor nutridos y superan la estatura de sus padres, porque la nutrición rica en proteínas facilita la expresión genética de la estatura.

La leche, para crecer mas

Tanto en los casos en que no existe la posibilidad de comprar proteínas como en los niños inapetentes, es recomendable restringir la alimentación casi exclusivamente a los alimentos que hacen crecer. Obligar al niño a comer, pan, arroz, papas, granos, plátanos, vegetales, frutas, jugos, solo acentuará la falta de apetito, pero no lo hará crecer.

Por lo general los niños comen muy pequeñas cantidades, “comen como pajaritos”, un plato lleno de comida, solo los asusta. Por ello es importante restringir su dieta a mínimas cantidades y darle importancia a aquellos alimentos que estamos seguros que le ayudaran a crecer.

  • Los vasos de leche: El más importante de estos alimentos es la leche, que es un alimento insustituible, ya que estimula directamente la síntesis de la hormona de crecimiento. Esta contiene todas las proteínas y todas las vitaminas excepto hierro. Se calcula que un niño con déficit de crecimiento tiene que tomar no menos de 5 vasos de leche al día. Esta puede ser fría, caliente, descremada o no, en polvo o liquida, con agregados de chocolate o cereales, con cualquier cosa que el niño quiera agregar con tal se la tome, si no come nada aun así vale la pena.
  • Proteínas: Además el niño debe comer proteínas en las tres comidas. Si en el desayuno además de la leche no logra sino comer una rebanada de queso y otra de jamón, no importa eso es suficiente. En el almuerzo además del vaso de leche si se come, al menos 20 gramos de pollo, carne o pescado, también estará bien.

No empuje a comer papas, arroz o vegetales porque terminara sin comer nada, ya tendrá tiempo para aprender a disfrutar de ellos, las proteínas son indispensables para un óptimo crecimiento, estos otros tendrán poco a poco tiempo para aprender a comerlos.

  • Evitar las harinas en las noches: Aparte del vaso de leche y del pedacito de proteínas, no es muy conveniente comer harinas en la noche, porque aparte de que a esa hora engordan, podrían frenar el pico de la hormona de crecimiento que se eleva durante el sueño nocturno.
  • Evitar ayunos prolongados: Para acelerar el crecimiento, los niños no deben pasar muchas horas sin comer, la hormona del crecimiento disminuye cuando pasan muchas horas de ayuno. También hay que vigilar que vayan comiendo entre horas, aunque sean pequeñas cantidades. Estos pequeños olvidan la comida y alguien debe estar pendiente de convidarlo a picar entre horas.