El glaucoma es una enfermedad degenerativa que ataca la visión, también es conocida como tensión ocular, esto se debe a que el líquido que produce el ojo no drena correctamente, aumentando la presión intraocular, esta acción puede ocasionar el daño del nervio óptico.

Se desconoce la causa especifica, pero si se ha determinado que es una enfermedad hereditaria, por lo tanto es recomendable visitar al medico oftalmólogo ante cualquier antecedente de glaucoma que se tenga. Este padecimiento puede hacer que la persona pierda la visión por completo, en caso de que no sea tratada a tiempo.

Tipos

Existen cuatro tipos de glaucoma los cuales son, ángulo abierto, este es el más común de todos, presenta síntomas casi invisibles antes de que se produzca un daño irreversible. El iris se encuentra con la cornea que está amplia y limpia, como debería ser, pero los canales de drenaje se obstruyen, lo cual provoca la presión ocular.

La baja tensión o tensión normal, se observa un daño en el nervio óptico y en la visión lateral de la persona afectada. Si se logra reducir consideradamente la presión del ojo a 30%, es posible que la enfermedad se detenga. Sin embargo, ha ocurrido en algunos casos que aun logrando bajar la presión del ojo, esta sigue existiendo. Ángulo cerrado, se origina por el liquido en la parte delantera del ojo y que no puede ser drenado, ya que parte del iris bloquea el paso.

Sin un debido tratamiento médico, es posible perder la visión entre uno o dos días.

El congénito, afecta a los niños desde su nacimiento, debido a que vienen con un defecto en el ángulo del ojo que demora el drenaje normal del líquido. Generalmente se recomienda la cirugía, la cual resulta segura y eficaz, si se realiza a tiempo el paciente podrá gozar de una excelente visión.

El secundario, surge por complicaciones médicas relacionas con el ojo, tales como cataratas avanzadas, lesiones y ciertos tipos de tumores o inflamaciones.

Síntomas

Si bien no son molestos ni dolorosos, con el transcurso de los días pueden ocasionar graves cambios irreversibles y afectar las funciones diarias. Se presenta dolores de cabeza y en los ojos, visión borrosa, nauseas y vómitos, así como apariciones de halos de colores alrededor de las luces brillantes, dificultad para adaptarse a la oscuridad, enrojecimiento de los ojos, sensibilidad a la luz, presenta lagrimeo constante o pérdida de la visión.

¿Cómo cuidarte?

Puedes prevenirla al seguir una correcta forma de vida. Cerciórate de tener una buena salud ocular, visita al especialista, evita frotar tus ojos, mantén siempre limpias tu manos, consume alimentos que sean ricos en vitamina A y C, y disminuye el consumo de productos altos en grasas o muy condimentados