La Confederación de Autismo de España, estima que 1 de cada 100 necimientos presentará un Trastorno del Espectro Autista.
¿Significa esto que la incidencia es mayor que hace unas décadas? Siendo así... ¿a qué es debido?
El amplio espectro: qué es el autismo y qué es el espectro autista
El autismo es un complejo trastorno neurológico que se manifiesta a lo largo de toda la vida. Este tipo de trastorno afecta sobre todo al desarrollo de capacidades sociales, y aunque no está directamente relacionado con el coeficiente intelectual, sí que influye en la persona a la hora de aprender, y sobre todo, a entender y participar en el mundo que le rodea.
Hasta hace unos años, los niños diagnosticados con autismo eran niños o adultos que presentaban unas características muy concretas, hasta que finalmente la comunidad médica amplió este diagnóstico a lo que hoy conocemos como Trastorno de Espectro Autista: son una serie de características que incluyen una serie de síntomas con una incidencia menor, o un cúmulo menos numeroso de esas características que el diagnóstico anterior.
Esto quiere decir que el abanico de casos diagnosticados con el espectro autista es mucho más amplio e incluye menores y adultos que presentan una serie de características típicas del autismo pero no necesariamente todas ellas.
Esto permite diagnosticar de forma mucho más eficaz este tipo de casos que en décadas anteriores carecían de una explicación médica para sus síntomas, que podían implicar trastornos sociales, trastornos del lenguaje, etc.
Mejores profesionales: mejor atención
Debido a una mejor preparación del personal sanitario para conocer y diagnosticar este tipo de trastorno, se ha podido dar respuesta a un número mayor de familias que veían como el desarrollo de sus hijos no se estaba llevando a cabo al mismo ritmo que un niño sin esta condición.
El hecho de aumentar el número de niños diagnosticados con el trastorno del espectro autista supone una mejor atención para este tipo de pacientes, y esto es primordial para las familias y niños afectados ya que una detección temprana permite así mismo, una pronta atención terapéutica.
Recientemente no se ofrecía un diagnóstico firme hasta los tres años de edad, pero con las nuevas técnicas y con un personal sanitario cada vez más concienciado y especializado en este campo, se pueden detectar las primeras señales de alarma y un primer diagnóstico desde los seis meses de edad.
Después del diagnóstico: Pasos a seguir
El diagnóstico de autismo sólo es el primer paso dentro de un largo recorrido que presumiblemente abarcará toda la vida del paciente.
El abanico de síntomas que abarca el trastorno, una condición en la vida de la persona, debe ser diagnosticado individualmente, y por tanto, el proceso terapéutico para garantizar la mejor calidad de vida y potenciar al máximo sus capacidades, debe ser igualmente elaborado atendiendo a sus características individuales.
El apoyo y asesoramiento a las familias es primordial para que puedan entender la nueva situación tras el diagnóstico y para que conozcan el catálogo de profesionales, terapias y recursos a los que pueden optar para tratar a su hijo.
En la mayoría de los casos, son los propios padres los que detectan un desarrollo anómalo en sus hijos, y por tanto es importante que formen parte activa del proceso de diagnóstico y que el personal sanitario les mantenga informados de todos los pasos que se llevarán a cabo y de todos los datos relevantes sobre la salud de sus hijos autistas.