La salud mental debe ser una prioridad. El Suicidio es una de las principales causas de muerte en Europa, tal y como informó la Organización Mundial de la Salud. Esta cifra es estremecedora cuando hablamos de jóvenes y adolescentes, convirtiéndose así en la segunda y tercera causa de muerte en un grupo de edad que va desde los 15 a los 24 años.
La detección: El paso más complicado para las familias
Son muchas las ocasiones en las que un suicidio o una tentativa, sorprende a los familiares y allegados. Son momentos de dolor y de incertidumbre. No es fácil ver las señales.
Uno de los principales mitos sobre el suicidio es que sólo lo llevan a cabo personas con una enfermedad mental de larga duración.
Por desgracia, son muchos los factores que pueden llevar a una persona a contemplar la idea de quitarse la vida.
Debemos entender que en la mayoría de los casos, lo que se busca no es morir, sino encontrar una solución permanente a una situación de intenso dolor emocional o físico: La persona necesita dejar se sentir ese dolor.
Para poder detectar a tiempo un problema grave en ese sentido, es necesario aclarar algunas ideas erróneas que suelen darse por válidas en el conjunto de la sociedad. Estos mitos sobre el suicidio entorpecen el proceso de detección porque muchas veces, la persona que tiene estos pensamientos, puede parecer alegre, desenfadada, despreocupada y a ojos de otra persona, "que tiene una vida perfecta".
La primera barrera mental que hay que derribar es el pensamiento de que solo se suicidan las personas con una depresión importante. No es cierto. Muchas personas que cometen un atentado contra su propia vida no tienen una depresión diagnosticada.
En muchas ocasiones se trata de una persona impulsiva que está atravesando un momento complicado a distintos niveles: sentimental, económico, laboral...
Sorprenden casos de personas muy exitosas, que parecen tenerlo todo y que un día deciden quitarse la vida. El estrés, la presión, sentirse desbordado y sin salida pueden ser los detonantes.
¿Cómo podemos saber que la persona está teniendo una grave crisis, si aparentemente todo va bien?
Hay que saber escuchar. Lo principal es reforzar unos lazos de apoyo reales.
Si la persona siente que no van a tomar en serio sus problemas, que va a preocupar a su familia o amigos, que no le van a entender, no recurrirá a ellos para hablar de lo que le está ocurriendo.
Ofrecer siempre ayuda profesional: La terapia conducida por psicólogos o psiquiatras puede ayudar a poner en orden los pensamientos, tomar conciencia de la necesidad de actuar activamente para desterrarlos y trabajar en los sentimientos de desasosiego, dolor o vacío interior.
Nunca debemos quitar hierro a los problemas de una persona que dice sentirse mal. Frases como "no sé de qué te quejas, lo tienes todo" o " Eso no es para tanto, no sé por qué estás así" pueden afectar negativamente a la persona que intenta abrirse.
Hay que estar muy alerta a las frases como "sólo quiero descansar", "me gustaría desaparecer", "me siento vacío"... son señales de alerta de que la persona tiene problemas. No hay que temer preguntar por sus sentimientos y ofrecer ayuda, aunque no la pidan directamente. Mostrar apoyo sin acusar o menospreciar la situación.
Plan de crisis: Siempre a mano
Cuando una persona tiene ideas o pensamientos sobre autolesionarse o quitarse la vida, crear un plan de crisis puede ayudarle a tomar la decisión correcta: El plan de crisis incluye anotar las señales de alerta, para identificar los detonantes de esos pensamientos.
Saber y registrar en un papel a la vista los teléfonos de las personas y profesionales a los que recurrir: Mejor amigo, familia, teléfonos de la esperanza, de emergencias, del profesional que lleve el caso...
Buscar no solo ayuda profesional, también apoyo en grupos especializados, hacer actividades sanas y al aire libre, modificar los hábitos que fomentan los pensamientos y alejar los objetos que puedan utilizarse para lesionarse de la vista.
Si crees que alguien de tu entorno está en peligro o pasa por una crisis, busca ayuda, muestra tu apoyo y ofrece las herramientas que sean necesarias para salir de esa situación.