El mundo entero pone sus ojos en Estados Unidos en unas elecciones más reñidas que nunca. Con el panorama político más tenso y polarizado en años, los estadounidenses acuden a las urnas para escoger entre Donald Trump, republicano y actual presidente del país y Joe Biden, demócrata y ex vicepresidente de Barack Obama. A continuación, exponemos las claves necesarias para comprender estas elecciones cruciales.

Las claves del sistema electoral estadounidense

En 2016, Hillary Clinton fue la candidata más votada, pero no se convirtió en presidenta a pesar de tener 3 millones de votos más que Donald Trump. ¿Por qué ocurre esto? El sistema electoral estadounidense se caracteriza por estar basado en lo que se conoce como votos electorales. Realmente, en Estados Unidos el presidente no es elegido por el voto ciudadano, sino que los votantes escogen al Colegio Electoral que posteriormente decidirá quién se convierte en presidente. El Colegio Electoral está formado por 538 electores que provienen de todos los estados.

Así, a cada estado se le asigna un número de votos electorales en función de su población: California 55, Florida 29, Nueva York 29… El candidato que resulte más votado ese estado se lleva todos los puntos, aunque haya ganado al otro candidato por una sola papeleta. Es decir, quien gane en Texas, por ejemplo, se llevaría los 38 puntos que se le asignan a este estado. Los candidatos buscan, por tanto, ganar en los territorios que más votos les otorgan. Para ser presidente de Estados Unidos se necesita llegar a 270. Por ello es esencial ser el más votado en ciertos territorios que pueden acercar a los candidatos a la victoria sin necesidad de ser los más votados en todo el país.

Los “swing states” y su importancia

Tradicionalmente, hay estados que siempre votan al Partido Demócrata, como el estado de Nueva York o el de California. Otros estados suelen tener más tendencia republicana a la hora de acudir a las urnas, como ocurre en el caso de Oklahoma o Alabama. Sin embargo, los candidatos siempre ponen su foco en los que se denominan “swing states”. Estos estados se caracterizan por no tener una tendencia clara en la intención de voto y variar a la hora de escoger un candidato. Estos territorios son los que pueden suponer sorpresas en el recuento de votos y son especialmente importantes. Arizona, Florida, Michigan o Pennsylvania son algunos de ellos. De hecho, suelen ser los estados más pisados por los candidatos durante la campaña electoral.

Ohio es otro estado que se considera talismán: desde hace ya 50 años, el candidato que gana en este estado resulta vencedor en las elecciones.

El duelo Trump-Biden, más reñido que nunca

Los sondeos apuntaban inicialmente a una victoria de Biden, pero solo con el 51%, por lo que todo puede pasar. Actualmente, se siguen recontando votos, puesto que Estados Unidos es un país tan grande que esta acción suele demorarse durante algunos días. Joe Biden cuenta ya con 253 puntos de los 270 necesarios para ganar, mientras que su rival, Donald Trump, suma 214.

Es importante señalar la importancia que tiene el voto por correo. Según indicaba Bernie Sanders antes de las elecciones, se ha demostrado que los demócratas tienden a utilizar más el voto por correo, mientras que los republicanos suelen acudir más a las urnas presencialmente.

Aún falta por recontar el voto por correo. Este supone millones de votos que, según se espera, favorecerán al Partido Demócrata, lo que acercará a Biden a la presidencia.

El voto de la comunidad latina también resulta crucial en estas elecciones. Son la comunidad más grande que menos acude a las urnas. Sin embargo, este año han acudido más que en ninguna otra ocasión a votar. Esto se debe a que la comunidad hispana se siente ofendida por Donald Trump, por lo que se prevé que su tendencia de voto sea favorable a Joe Biden. Los latinos están especialmente presentes en territorios del sur del país, por lo que su voto en masa podría decidir la tendencia de estados tan importantes como Florida o Arizona.

¿Cuándo se conocerá al presidente de Estados Unidos?

El nombre del nuevo presidente de Estados Unidos podría tardar aún más en conocerse si, una vez finalizado el recuento de votos, Trump decide impugnar las elecciones por vía legal.

El mismo día de las elecciones, y con los votos aún recontándose, Trump se autoproclamó ganador e instó a dejar el recuento porque el resultado “estaba claro”. Sin embargo, lo cierto es que su rival Joe Biden le lleva la delantera y todo parece apuntar a que esta ventaja se hará aún mayor una vez se recuente el voto por correo.

Donald Trump ya ha manifestado su intención de iniciar una ofensiva legal por no estar de acuerdo con el resultado de las elecciones. Pretende con ella impugnar los resultados de los estados de Wisconsin y Michigan y limitar la recepción de votos del estado de Pennsylvania. Habrá que esperar aún para conocer los movimientos del republicano.