Realmente, el evento no estuvo a la altura de lo que podríamos llamar un debate presidencial, máxime tratándose de una de las primeras potencias mundiales; pues reinó la confusión, estuvo cargado de ofensas y comentarios mal intencionados, como no se había registrado hasta el momento en la historia política de ese país.

Es una proyección inequívoca del clima que reina hoy en la nación, la cual se encuentra polarizada políticamente y estremecida por varias crisis simultáneas.

En el escenario se hicieron presente artimañas y burlas; elementos no acordes a la investidura que debió reinar, tomando en cuenta los millones de espectadores que les estaban siguiendo.

Las acometidas venían de lado y lado; de parte del presidente Donald Trump que requería apresuradamente escalar en las encuestas, y del demócrata que necesitaba que lo reconocieran como alternativa demócrata, frente a las venideras elecciones del 3 de noviembre.

No hay un panorama claro sobre las tendencias para las elecciones, de acuerdo a las encuestas. Una de las últimas es la aplicada por RealClearPolitics que le da una ventaja a Biden de 6,1% a nivel nacional.

Sin embargo, falta camino por recorrer, tomando en cuenta que Trump ha mostrado que puede impresionar en ámbitos inesperados. Pero lo que queda claro para algunos críticos, es que este debate no le ayudará en su carrera para la reelección; si bien otros lo vieron ganador.

Incidentes del debate

En este encuentro, al parecer, estuvo develada la táctica de Trump para remontar la cuesta: rehusar someter a debate los temas seleccionados por el moderador, interrumpir y acorralar a su contendor, y tratar de alterarlo.

Tanto fue así que en una oportunidad Biden espetó: “¿Te podés callar, hombre? luego de varias interrupciones de Trump.

Tampoco fue muy respetuoso el presidente con las normas impuestas por el moderador Chris Wallace.

Pero de parte de Biden también los insultos no se hicieron esperar. Trató al presidente de poco inteligente, racista, el peor presidente de la historia, payaso y mentiroso.

Temas del debate

Por una parte, el presidente Donald Trump desestimó en todo momento, reprochar a los supremacistas blancos, denunció una tentativa de golpe de Estado en su contra e insinuó, sin pruebas, que pudiese haber fraude en el proceso electoral.

Debatieron también sobre cubrir una vacante en la Corte Suprema de Justicia, que pudiera perturbar el equilibrio del máximo tribunal, y sobre la probidad en las elecciones.

El demócrata no aprovechó las ocasiones para enfrentar resueltamente al presidente, y realmente no fue muy contundente. Lo instantes más productivos de Biden fue cuando cuestionó el racismo.

A decir verdad los debates, con frecuencia, no cambian opiniones. Quienes apoyan a Trump continuarán respaldándolo y los consecuentes con Biden harán lo mismo. Sin embargo, existe un 3% de indecisos, de acuerdo a sondeos recientes.

Estos indecisos, por lo general, son independientes light, que votaron por el empresario en el año 2016 porque querían un cambio en la Casa Blanca, pero ahora están dudosos.

Los que ganaron o perdieron en el debate

El presidente del Global Policy Institute de la Loyola Marymount University, Michael Genovese, aseguró que el gran perdedor del debate posiblemente sea el pueblo de Estados Unidos, en declaraciones ofrecidas al medio, El Clarín de Argentina.

También se pregunta Genovese si esos son los mejores candidatos que hay para ofrecerle al país; tomando en cuenta que uno de ellos ha de convertirse en presidente. A su juicio, ambos no estuvieron a la altura, y avergonzaron. Agrega que no le extrañaría que se suspendieran los siguientes debates.