Tras ocho años de investigación al clan Pujol, el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, pone fin a esta y envía al banquillo a toda la familia: el ex president Jordi Pujol, su esposa, sus siete hijos y otros 18 implicados. Según el auto publicado por el juez, la familia habría aprovechado su posición para enriquecerse de manera corrupta durante décadas.
La familia Pujol ha actuado como una organización criminal. El fin de la investigación concluye que se puede acusar a la familia Pujol de actuar como una organización criminal, blanquear capitales, falsificar documentos y defraudar a Hacienda.
Gracias a un auto abreviado, las personas particulares – a quienes se les suma la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado – podrán hacer las denuncias correspondientes a los 27 acusados. Podemos se a presentado como representante de la acusación popular.
La tesis de que la fortuna proviene de una herencia familiar ha sido rechazada
A pesar de que la familia se ha defendido en que la fortuna amasada proviene del padre de Jordi Pujol, Florenci Pujol, el juez ha rechazado con contundencia esa tesis del origen de la fortuna familiar debido a una herencia, ya que en el documento de 509 páginas se ve como el origen de la fortuna tiene 3 vertientes: pagos millonarios ilícitos de empresas (disimulados en distintas sociedades), pagos para congraciarse con la familia o para mantener la buena relación que ya se tenía con ella, como una forma de comprar favores posteriores de la misma, y el tercer origen es “desconocido”.
La estructura de la organización era clara y con visión de futuro
El juez ve claramente que el dinero no proviene de ninguna herencia y que el clan Pujol ha actuado durante décadas como una organización criminal. A la cabeza el ex president y su esposa, Marta Ferrusola (a quién llamaban ‘madre superiora’), debajo de ellos, ‘el capellán’, es decir, Jordi Pujol Ferrusola, el mayor de los hijos, quien se dedicaba a gestionar todas las cuentas de la familia fuera de España, para después volver a poner el dinero en circulación en la vía comercial lícita, siempre en favor de la familia.
Los demás hermanos, que eran los siguientes del escalafón, se dedicaban a seguir las instrucciones de su hermano mayor, recibiendo transferencias suyas para abrir o cerrar cuentas, adquirir sociedades opacas, etc. Incluso algunos de los hermanos llegaron a estar “limpios” en 2014, según Hacienda.
Por otro lado, el juez detalla en el documento que la financiación del partido nacionalista CDC (Convergencia Democrática de Catalunya), al menos durante el periodo en que Jordi Pujol era su dirigente, fue financiado con dinero corrupto de algunas de las cuentas que tenía en Andorra.