Levantar un muro en el desierto del Sáhara. Esa es la peregrina idea que el presidente de Estados Unidos propuso al ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España para hacer frente a la inmigración procedente de África, según ha confirmado Josep Borrell.

El también responsable de Unión Europea y Cooperación ha desvelado la sorprendente sugerencia de Donald Trump en el trascurso de un coloquio celebrado en el Club Siglo XXI de Madrid, reconociendo que la propuesta del mandatario norteamericano no es, ni de lejos, la solución al problema migratorio.

Cabe recordar que la construcción de un muro en la frontera con México fue la estrella de la campaña electoral que llevó al empresario a la presidencia de EEUU.

Cuestión migratoria

Al hilo de la anécdota con el inquilino de la Casa Blanca, el ministro socialista ha lamentado que Europa se dedique a proponer "hipotéticos planes Marshall" mientras China anuncia 60.000 millones de dólares de inversión en infraestructuras para África. Por ello, Borrell no ve cerca la resolución de la cuestión migratoria, de raíz "cultural", según ha dicho.

El ex presidente del Parlamento Europeo advierte de que se avecina otra "gran crisis" en el Viejo Continente si Italia sigue adelante con su actual política contra los inmigrantes, como prometieron antes de las elecciones los partidos que ahora gobiernan ese país.

Señala que en los próximos comicios europeos, Bruselas se juega que haya una mayoría euroescéptica en la Eurocámara frente al europeísmo tradicional.

Y es que extrema derecha y extrema izquierda podrían "confluir en el rechazo identitario al otro", a juicio de Josep Borrell.

"Es la identidad, estúpido", ha dicho el ministro parafraseando el viejo eslogan, antes de recordar que este tipo de debates desencadenaron las grandes tragedias de la Historia.

Palestina

En cuanto al reconocimiento del Estado palestino, el jefe de la diplomacia española ha anunciado que el tema "está sobre la mesa" del Consejo de Ministros.

Borrell abrirá un proceso de consultas con sus colegas europeos para llegar a una posición común. Si transcurrido un plazo razonable de tiempo no se alcanzara un consenso en el seno de la UE, España debería tomar su propia decisión.

El ministro, de momento, no adelanta cuál sería, pero recuerda que Suecia ya dio el paso en 2014. Borrell ha negado, al ser preguntado por este asunto en un acto de Nueva Economía Fórum, que la posición final vaya a ser fruto de las presiones de Podemos. Cabe mencionar que Pablo Iglesias, tras reunirse con el presidente Pedro Sánchez a primeros de este mes en La Moncloa, aseguró que el reconocimiento del Estado palestino había sido una de sus peticiones al jefe del Ejecutivo.