En medio de una entrevista, Sánchez ha manifestado sus impresiones antes las fuertes declaraciones dadas por ministros del Gabinete Ejecutivo. Josep Borrell y Meritxell Batet han dicho públicamente que lo mejor que puede pasar es que no existieran presos políticos.

En respuesta a estas declaraciones, Sánchez trató de acomodar la situación expresando: “Yo soy presidente del Gobierno y ha habido ministros que han hecho una reflexión”. Dejando en claro que en un país en democracia todas las personas tienen el derecho de opinar según lo piensen.

De igual modo ha recalcado que no se quiere imponer ante las decisiones que se tomen en el seno del Poder Judicial y que ha intentado mantenerse al margen de las decisiones que se tomen.

Desde el punto de vista de Sánchez los asuntos de política deben trabajarse desde la política, y los judiciales hay que dejarlos en manos de los jueces. Sánchez ratificó su apoyo incondicional hacia ellos y confía plenamente en las decisiones que ellos tomen.

No descarta que existe un solución en el referéndum

En cuanto al tema de la crisis en Cataluña, Sánchez mantiene su posición de que la solución es ir a elecciones y así lo ha expresado “Ya estamos hablando de política, hay que priorizar el diálogo, si lo priorizamos el conflicto se podrá resolver esta crisis que dura más de 10 años. Es una crisis política que se tendrá que resolver con una votación”.

Asimismo dejó en claro que ha estudiado otras alternativas, pero ninguna de ellas lo han orientado a la solución definitiva.

Con la realización del referéndum se aclararía el panorama político y se puede estudiar cuál es la decisión del pueblo. Sánchez ha puesto ejemplos y ha invitado a Torra a que se autoevalúe y piense en los acontecimientos ocurridos desde el 6 de septiembre del 2017 cuando se quebrantó la constitución.

Un pueblo dividido

Sánchez está consciente de que la voluntad del pueblo está dividida.

Por un lado, existe una parte que apuesta el todo por todo a la independencia. Por el otro, un pequeño grupo, pero poderoso, de catalanes dentro del Parlamento que no están muy convencidos de que ese sea el camino. Por lo tanto las votaciones serían la solución para esta discrepancia. El primer mandatario cree que es necesario que se cuenten los votos para poder continuar, manifestó que están estancados y que es hora de seguir avanzando.

Finalmente, Sánchez ha vuelto a dar un voto de confianza en apoyo al caso de la defensa del juez Llarena. Además habló también de defender la inmunidad jurisdiccional y manifestó que seguirá de cerca las decisiones que tomen con respecto a este caso.