Rusia considera que las posibles nuevas sanciones norteamericanas son una "declaración de guerra económica" por lo que Moscú puede reaccionar con "todos" los medios disponibles, dijo hoy el primer ministro Dimitri Medvédev. Las tensiones entre las potencias han experimentado una escalada recientemente.

Las sanciones se consideran un llamado a la guerra económica

Estados Unidos anunció el jueves nuevas sanciones económicas contra Rusia debido a envenenamiento del ex espía ruso, Sergei Skripal en el Reino Unido, lo que subraya la posibilidad de una "nueva ola de sanciones draconianas" en el futuro.

"Los norteamericanos siguen haciendo referencia a la prohibición de las actividades de este o de aquel banco o al uso de ciertas divisas. Es necesario llamar las cosas con mucha claridad: Se trata de una declaración de guerra económica", dijo el primer ministro -ministro ruso Dmitri Medvédev citado por la agencia Interfax.

"Estos asuntos complejos harán que nos veamos obligados a responder, a través de medios económicos y de medios políticos y, si es necesario, por otros medios", añadió Medvédev. "Nuestros homólogos estadounidenses van a tener que entender", subrayó sin especificar.

El jueves, el Kremlin anunció que la primera lista de sanciones norteamericanas destinadas a la exportación de productos tecnológicos es "inadmisible e ilegal" prometiendo represalias.

La segunda lista de sanciones, que fue calificada como "draconiana" por un alto responsable norteamericano, podría incluso impedir a las compañías de aviación rusas utilizar aeropuertos de Estados Unidos así como suspender las relaciones diplomáticas entre ambos países.

El presidente Putin dentro de los cuestionamientos de EEUU

El miércoles, el diario ruso Kommersant indicaba que el proyecto de sanciones de Estados Unidos exige, en particular, una investigación sobre la supuesta fortuna personal del presidente ruso Vladimir Putin y puede impedir la compra de deuda rusa por parte de inversores norteamericanos.

La misma noticia indicaba que el proyecto propone también sanciones contra los grandes bancos públicos rusos como el Sberbank, VTB y Gazprombank y las empresas del sector de los hidrocarburos, esencial para la economía rusa. El país quedó sometido a una serie de sanciones occidentales desde la invasión de Crimea en 2014 y que contribuyeron a la subida del precio de los hidrocarburos.