Francisco Franco fue un dictador español que gobernó España desde su victoria en la Guerra Civil el 1 de abril de 1939, hasta el día de su muerte el 20 de noviembre de 1975. Al contrario que en en los casos de Italia y Alemania, el caso de Franco es el único en el que una dictadura de corte fascista logró pervivir en el tiempo.

Franco gobernó por consentimiento exterior y miedo interior

Este hecho fue motivado a diversos factores, entre ellos el que después de la II Guerra Mundial, el bando ganador, el aliado, decidiera que era mejor mantener una dictadura militar en España que correr el riesgo de reinstaurar una República y que esta cayera en manos de un gobierno títere de la URSS.

Otra de las razones por las que Franco logró mantenerse tanto tiempo en el poder es por el control inherente que conlleva toda dictadura: persecución de los disidentes, encarcelamiento o muerte de los rivales políticos, adoctrinamiento y censura. También es evidente que al menos una mitad de la población española vio con buenos ojos su causa. Durante la guerra y después de ella.

Cuando Franco murió, había una gran parte de la población que lamentó su muerte. Estos sectores hubieran aceptado una continuidad de la dictadura en otras manos, o que el heredero del dictador, el rey Juan Carlos I, hubiera sido un rey ejecutivo, que reinara y gobernara el país.

Pero la Transición y la respuesta de otros sectores de la población que, ávidos de democracia, salieron a las calles en momentos clave como el golpe de estado fallido del 23 de febrero de 1981, consiguieron que los profranquistas aceptaran la democracia y pasaran a añorar la dictadura en la clandestinidad.

Una "minoría" franquista difícil de contabilizar

En España el voto de extrema derecha ha sido minoritario, por el momento. Sin embargo, no todos los que añoran la figura de Franco votan a la extrema derecha. El espectro de población que está de acuerdo con todos los actos que realizó el dictador no es fácil de cuantificar.

Sí existen, sin embargo, dos asociaciones que son claramente franquistas: la Fundación Francisco Franco y la Plataforma por España.

Estas dos agrupaciones realizaron el pasado domingo una concentración en el Valle de los Caídos para protestar por la decisión del gobierno de Pedro Sánchez de exhumar los restos del dictador.

El tema de la exhumación de los restos de Franco está siendo uno de los temas políticos más polémicos del verano en España. El gobierno trata de sortear todos los obstáculos legales que puedan dificultar su realización, ya que se enfrenta a la oposición de la familia del dictador, de las fundaciones anteriormente mencionadas y del prior de la Basílica del Valle.

Una amenaza imperdonable

La Fundación Francisco Franco, aprovechando que ayer se cumplían 82 años del inicio de la guerra civil española, ha llegado al extremo de amenazar con un nuevo "Alzamiento Nacional" si finalmente se lleva a cabo la exhumación. Este "llamamiento" se ha llevado a cabo en un artículo publicado en la página web de la fundación, con el título de "Otro 18 de julio"

Esa amenaza no debería ser pasada por alto por el gobierno de Pedro Sánchez. El contenido del texto citado es tan grave que tendría que ser examinado por las autoridades competentes y proceder, de una vez por todas, a la ilegalización de una Fundación que nunca debió existir en un país civilizado y democrático y que tampoco debió haber sido nunca financiada con dinero público del estado.