Pedro Sánchez podría verse obligado a convocar elecciones generales el próximo otoño. Cuando aún no se han cumplido ni 2 meses de su nombramiento, tras la moción de censura que derribó a Rajoy del Gobierno, el ejecutivo socialista puede ver muy complicada la viabilidad de su gobierno, tras el nuevo rumbo que ha tomado el PDeCat, uno de los partidos que secundaron la moción, este fin de semana.
El PDeCat endurece su postura respecto del procés: Puigdemont retoma el mando
La renovación de la ejecutiva del PDeCat, tras la que el equipo que apoyaba el ex president de Catalunya, Carles Puigdemont, se hizo con el control del partido, relegando a la ex coordinadora Marta Pascal, puede significar el retorno a la vía de la "unilateralidad" del procés independentista catalán.
Además, Puigdemont nunca vio con buenos ojos el apoyo que la formación política independentista dio a Pedro Sánchez para relegar a Rajoy, ya que para él el PSOE era tan responsable de la presunta situación de represión política" que vive Catalunya desde los sucesos del 1 de octubre como el PP, ya que el PSOE había aprobado la aplicación del artículo 155 de la constitución española en el Congreso de los Diputados.
Una Crida para poner las cosas difíciles a Pedro Sánchez
El propósito del equipo del expresident es integrar al PDeCat en una marca electoral independentista única, llamada la Crida, para unificar todos los esfuerzos para conseguir de forma definitiva la independencia de Catalunya, Eso supone una ruptura del marco de diálogo que quería establecer el gobierno de Pedro Sánchez.
Además, la nueva vicepresidenta de PDeCat, Miriam Nogueras, ha declarado que a partir de ahora iban a estudiar con detalle cada propuesta del ejecutivo de La Moncloa, e iban a coordinarse mejor entre los diputados en Madrid y la dirección nacional, a la hora de apoyar las iniciativas socialistas en el Congreso.
Esto significa, sin duda alguna, que exigirán a Pedro Sánchez concesiones acerca de la cuestión catalana si quiere que el PDeCat siga sosteniéndole en el gobierno de España.
La imposibilidad de gobernar puede forzar a Pedro Sánchez a convocar elecciones
Por otro lado, desde su llegada a la presidencia del PP, Pablo Casado ya ha advertido de que planteará una oposición "sin piedad" al gobierno socialista. De hecho, ya ha anunciado que no aprobará el nuevo techo de gasto acordado con Bruselas y que desmontará o retrasará, apoyado por la mayoría absoluta popular en el senado, cualquier medida que considere "innecesaria para España"
Ante este panorama, que parece anunciar un "otoño caliente" en cuanto al clima político, la portavoz del gobierno, Isabel Cela, ha declarado que, aunque no está en la mente del presidente del gobierno un adelanto electoral, tampoco está dispuesto a resistir más allá de lo razonable.
Es decir, como conclusión, que si realmente el ejecutivo socialista viera imposible la gobernabilidad de España, debido a su fragilidad parlamentaria y a la ausencia de socios fiables (Podemos ha anunciado, en este sentido, que tampoco aprobaría el techo de gasto pactado con Bruselas) tal vez sí estaríamos cerca de un escenario electoral en los próximos meses.