Eulalia de Borbón, nacida en Madrid en 1864, no tuvo una vida fácil. Hija de la reina Isabel II, no se sabe a ciencia cierta quién fue su padre debido a la ajetreada vida amorosa que tuvo la reina. Cuando tuvo cuatro años, se vio obligada a abandonar España junto a su destronada madre, exiliándose a París, capital de Francia. En suelo francés vivió la guerra franco-prusiana que tendría como consecuencia la caída de Napoleón III, que tanto se había preocupado por la familia real española.
Eulalia de Borbón, "la rebelde"
Sin embargo, cuando se produjo la Restauración borbónica en España, donde su hermano Alfonso XII era nombrado rey, Eulalia no estuvo muy segura de que el pueblo español estuviera de acuerdo con tal nombramiento.
Además, el poder que tenía su hermana Isabel de Borbón y Borbón (conocida como "La Chata") sobre ella, hizo que pronto empezara a recordar con nostalgia su vida en París.
Eulalia solía chocar con su hermana Isabel, por lo que se ganó la enemistad de esta última. Uno de esos enfrentamientos sonados ocurrió en la celebración que organizó cuando cumplió 18 años: la joven Eulalia pasaba de bailar con hombres mayores que ella y optaba por bailar con los más jóvenes. Esto disgusto mucho a su hermana.
Su vida no mejoró cuando contrajo matrimonio por conveniencia con Antonio de Montpensier. La relación de la pareja estaba lejos de ser idílica, por lo que Eulalia decidió divorciarse de él en 1900, creando un escándalo en la Corte y que sacó a la opinión pública todo tipo de trapos sucios.
Su marcado carácter en defensa de las mujeres
Pero si hubo algo que realmente molestó a la Corona fue la faceta literaria que empezó a mostrar Eulalia con obras escritos con su puño y letra donde expresaba su opinión y criticaba a la sociedad. Escribió unas memorias donde defendía los intereses de los revolucionarios cubanos, en unos años donde España estaba sumida en la catástrofe que supuso el desastre de 1898.
Incluso su libro Al filo de la vida tuvo que ser censurado.
Eulalia pronto provocó el repudio de su sobrino Alfonso XIII, y se vio desplazada de la Corona Real a la que repudiaban y llamaban como "la infanta republicana" por expresar sus opiniones libremente aunque perjudicaran a la Monarquía española. Un obra significativa que escribió fue Para la mujer, en la cual defendía los derechos de la mujer en una sociedad de hombres.
Las acusaciones de republicana no tenían sentido, ya que cuando estalló la Guerra Civil en 1936, siempre se mostró partidaria del general Franco.
De hecho, durante la Dictadura, el propio Franco la agasajaba con regalos de todo tipo. Sus últimos años transcurrieron en Irún, a pesar de haber vivido siempre entre París y Madrid. Un accidente al caerse por las escaleras con 93 años provocó que estuviera un año en silla de ruedas hasta que murió en 1958.