La identidad del tuitero conocido por eso de "que en España se fusila poco" pudo haber sido revelada en esta red social. Otro usuario, que utiliza el pseudónimo Esparroqui, señaló que Pastrana es el alcalde del PP en Villar del Cobo, una pequeña localidad de Teruel (Aragón).

Tras ello, se produjo un gran revuelo en sus seguidores, entre los que también se cuentan varios de sus detractores. Así, a pocas horas de esta revelación, Twitter ardía y Pastrana se convertía en tendencia mundial ¿Pero quién es realmente este tuitero?

Un ultra-centrista liberal y machista

Más allá de utilizar una frase de presentación que describe una práctica medieval, "recaudador de impuestos", no hay mucho más en el perfil de Pastrana. Y no es de extrañar, cuando se trata de alguien que escribe con pseudónimo y que utiliza el dibujo de un hombre con gorra como imagen de perfil.

No obstante, después de leer sus tuits queda claro que el usuario @JosPastr podría ser indistintamente un militante o simpatizante de C's, el PP, Vox o incluso de la casi extinta UPyD. Desde su palestra, con más de 91 mil seguidores, repasa el acontecer político haciendo apología de la economía neoliberal, el machismo, la misoginia y la unidad de España, todo combinado con una mal disimulada arrogancia.

Siendo coherente con esa estructura mental, sus objetivos preferidos son Podemos, Nicolás Maduro, Carles Puigdemont, Pablo Iglesias, los independentistas catalanes, Jordi Évole y, en general, todo lo que circunde la órbita de la izquierda. De todos ellos, destaca la inquina hacia Gabriel Rufián. Una verdadera obsesión que se incrementa después de que el diputado ERC le contestara con un "el día que se sepa quien eres nos vamos a reír, crack".

Una frase que Pastrana se ha tomado como una amenaza.

Pastor, Iglesias y Rufián son unos hipócritas

Pastrana dice sentirse acosado. Incluso acusa haber sido objeto de amenazas. De ello da cuenta en un medio ultraconservador como es Libertad Digital. En el periódico digital de Jiménez Losantos aprovechó de cargar contra Pastor, Iglesias y Rufián, a los que acusó de hipócritas al "participar del acoso selectivo" hacia él, cuando antes pedían que no se persiguiera el anonimato.

Ana Pastor hizo RT al tuit de Esparroqui agregando un comentario en el cual señala "¡BOOOOMMMM! Pues resulta que Pastrana es un Alcalde del PP".

Un ejercito de trolls de roja y gualda lo hace ícono

Ahora bien, el personaje no tendría relevancia alguna si no fuera porque se convirtió en un "ciber-mártir" de los "haters" de derechas. Un ejército de perfiles con la bandera española –un símbolo bastante común entre este tipo de usuarios en Twitter– que exigió defender el derecho al anonimato del presunto alcalde del PP. Para ello se solidarizaron con él utilizando su imagen de perfil con una mordaza en la boca, como si se tratara de una persona silenciada por algún poder del Estado.

Una exageración en toda regla, pero que sirvió para hacerlo más popular.

La persecución de aquellos que sí molestan al poder

A diferencia del caso de Pastrana, el Estado sí persigue en la actualidad a aquellos que escriben o pregonan contra el poder en España. Descartando a los que amenazan (estos parecen no parecen interesar a la policía y el gobierno), hay muchas personas que si no fuera por el anonimato no podrían expresarse libremente, en tanto que las que se atreven hacerlo acaban en los tribunales, gracias a fiscales con mucho tiempo libre, o con sendas multas. Esto último fue lo que le sucedió en octubre de 2017 a un vecino de Cáceres por criticar la actuación de la policía en Catalunya el 1-O.

Habrá que esperar a ver si se retoma el sentido común y a que la libertad de expresión vuelva a ser un derecho que no sea sometido a la inspección constante de la censura.