Con un destacamento aéreo con cazas F-18 en Amári, Estonia, y otro terrestre en Adazi, Letonia, en un batallón multinacional, España es uno de los países más comprometidos de la OTAN en la defensa de las Repúblicas Bálticas, o más bien deberíamos decir en la disuasión que la NATO realiza con su presencia en los estados del Báltico frente a una hipotética agresión rusa, sea esta una amenaza factible o no.
La Patrulla Aérea del Báltico
Ya superado el ecuador de la participación del actual Destacamento Ámbar en la misión Baltic Air Police, BAP, al presente solo le queda cumplir el mes de agosto de misión para volver con sus cazas F-18 a su base en Zaragoza.
Hasta mediados de julio el destacamento había realizado hasta 68 salidas de entrenamiento para familiarizarse con el espacio aéreo báltico, otras 19 salidas habían sido de entrenamiento de combate especialmente para testar los tiempos de reacción de aviones y tripulaciones en alerta, el avión debe estar en en el aire en menos de quince minutos al sonar la alarma, y especialmente 18 interceptaciones reales de aviones rusos que trasgredían el espacio aéreo de las Repúblicas Bálticas.
La primera de ellas el 16 de mayo contra un bombardero Su-24 "Fencer" en la ruta de Kaliningrado, a partir de esa operación se han interceptado aviones de todas clases ya fueran más bombarderos, cazas, aviones de transporte y aviones de inteligencia que Rusia envía regularmente para comprobar la eficacia aérea occidental en un juego del "gato y el ratón" al que tanto los pasados, presentes y futuros destacamentos asignados al BAP seguirán jugando.
Presencia militar avanzada
La acción rusa en la crisis ucraniana de 2014 inquietó a las Repúblicas Bálticas que temieron que llegado el caso Rusia hiciera con ellas algo parecido. La ayuda solicitada a la OTAN, "en previsión de", consiste en el despliegue de sendos batallones multinacionales de la alianza en cada república más un cuarto en el norte de Polonia.
En Polonia, Orzysz, el batallón de 1.270 efectivos es liderado por EEUU con apoyos de Rumanía y Gran Bretaña. En la localidad de Ruckla, Lituania, Alemania lidera el batallón con el apoyo de tropas de Bélgica, Luxemburgo, Holanda y Noruega con una fuerza de 1.022 efectivos. En Estonia, Tapa, el batallón es franco-británico, 1.100 efectivos, bajo mando de Reino Unido.
Y en Letonia, Adazi, el mando es Canadiense con efectivos de refuerzo de Albania, Italia, Polonia, Eslovenia y España totalizando 1.150 efectivos.
El destacamento español
Con 313 efectivos se da la paradoja que el destacamento español es menos numeroso que el canadiense, 450, pero es mucho más potente, de hecho el más potente del batallón, al aportar seis carros Leopardo IIE, 14 vehículos de combate Pizarro y 14 blindados TOA, frente a los blindados ligeros Gryzzly canadienses o los Freccia del destacamento italiano y los únicos cuatro carros T-90 aportados por Polonia. Ahora bien se sigue la norma de la alianza de delegar el mando a la nación que aporta más efectivos humanos, sin embargo el interés demostrado por Mariano Rajoy que España lidere en el futuro el batallón hace pensar que cuando el actual destacamento se releve en enero, tras seis meses de actividad, este incremente su número.
Es la primera vez que España emplea carros de combate en una misión internacional lo cual es muy significativo aparte de un reto.
Las hipótesis de amenaza
Con todo este despliegue, nadie se engaña que esta presencia es solo un símbolo de solidaridad frente a la amenaza rusa, pues de haber una agresión de esta en fuerza inaudito seria que estos batallones y los ejércitos bálticos resistieran mas de 48 horas una ofensiva militar rusa, aunque eso significaría una guerra total con lo que ello conlleva.
Así las cosas una amenaza más plausible es que se repita la táctica que Rusia empleó en el este de Ucrania empleando y armando a milicias locales prorrusas para materializar una agresión seguida de anexión, y contra unidades irregulares si es planteable una defensa eficaz. Ahora bien a ambos lados del tablero hoy día nadie parece plantear un conflicto en esa zona, esa quizás sea la mejor garantía de paz antes que la presencia militar de la alianza.