Como cada 1 de mayo, los farsantes que se aprovechan de los ignorantes, han vuelto a tomar las calles en pro de los derechos de los trabajadores, en contra de la precariedad y la corrupción.
Resulta grotesco que estos personajes que no han creado ni un solo puesto de trabajo en su vida, se dediquen a dar lecciones de moral al personal y acusar a todo aquel que no comparta sus estupideces, de negreros. Tiene gracia que tipos como Fernández Villa (UGT), que llevaba 19 años cobrando una pensión de 2.500€ al mes por un accidente (hasta que se descubrió que tal accidente jamás ocurrió), vaya de obrero por la vida.
Es cuanto menos curioso, que los que se gastaban el dinero para, ¡los parados! En prostitutas y cocaína, nos digan que nosotros no apoyamos a los trabajadores. ¿Y qué decir del líder de UGT? El tipo, sin ningún tapujo, nos habla de trabajo digno, cuando el sinvergüenza lleva liberado desde 1980, es decir, sin trabajar ni un solo día en 36 años.
Pero lo realmente preocupante, es la cantidad de ignorantes que se suman a esta farsa perfectamente orquestada para seguir mamando del Estado, o lo que es lo mismo, de todos nosotros. Ignorantes que llevan la bandera comunista, por supuesto desconocen que su camarada Lenin en el año 1917, dictó la Ley que prohibía el derecho a huelga. Son los tontos útiles que necesitan estos fariseos para poder seguir sobreviviendo, porque en el fondo, los trabajadores les importan lo mismo que la gastronomía de las Islas Manono.
A estos cretinos que se aprovechan de los más débiles, lo que les preocupa es que las subvenciones han bajado los últimos años. En 2006, con el infame Zapatero recibían más de 28 millones de euros, actualmente reciben 9 millones de euros. Les da igual que la actual reforma laboral, esa que quieren derogar, haya creado más de 1.200.000 empleos, a ellos les gustaba la de Zapatero, la que destruyó más de 4.000.000 de puestos de trabajo.
Les da igual que los contratos temporales se sitúen en el 25% (la cifra más baja desde 1989), ellos prefieren que haya un 34% de contratos temporales, como ocurrió en 2006, con la tasa de paro más baja de nuestra historia.
Lo que esta tropa de enchufados liberados y subvencionados quieren, es un país quebrado, porque de esa forma pueden tapar su negligencia, su corrupción y su desvergüenza.
Los principales sindicatos españoles son una losa para los trabajadores, en otros países, los sindicatos están formados por dirigentes que trabajan como voluntarios sin recibir un euro a cambio, aquí, reciben millones de euros para irse de mariscada, eso sí, como diría Espinar: ‘’una mariscada baratita’’. Por suerte, cada vez son menos los españoles que creen en estos fariseos, de hecho, UGT y CCOO han perdido a más del 21% de sus afiliados en los últimos 4 años.