Serafín Giraldo, portavoz de la Unión Federal de Policía, denunció ayer en EsRadio que las órdenes recibidas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desde organismos políticos (en este caso la Delegación del Gobierno de Madrid) están cruzando “líneas rojas” que convierte al Estado de alarma en algo más que un Estado de excepción, dado que se está prohibiendo derechos fundamentales como el de manifestarse o la implantación de un toque de queda a las 23:00.

Ningún ciudadano está obligado a cumplir una orden que atente contra la legalidad

Giraldo pidió comprensión a la población, pues no es la policía quien toma estas decisiones, ellos solo obedecen órdenes de organismos superiores.

Sin embargo, como está recogido en el Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, artículo 54, referido a los Principios de conducta de un empleado público, nadie, ni siquiera un cuerpo policial, está obligado a cumplir órdenes ilegales, que son las que habría dado la Delegación del Gobierno al prohibir lo antes citado, incluso pedir que se multe a las personas que circulen o porten, sea cual sea la situación, una bandera de España por una vía pública o con letreros en donde se decía “Gobierno dimisión”.

La manifestación contra el Gobierno en la Castellana se prohibió, pero la del día del trabajo en Zaragoza no

Todo comenzó cuando este 2 de mayo la policía empezó a multar en Madrid a gente que iba en su vehículo (o andando) por la Castellana con banderas de España (una mujer grabó cómo le ponían una multa al ir a comprar por tener una bandera española en su vehículo).

Desde Twitter se había convocado una manifestación en coche en esta calle ese día e instaba a la gente a llevar banderas de España para protestar contra el Gobierno.

La Delegación de Madrid prohibió dicha marcha aludiendo a que el Estado de alarma no permitía manifestaciones de cualquier tipo, por lo que dicha manifestación no se llevó a cabo, pues la gente circulaba con normalidad, no en caravana organizada, por dicha calle madrileña.

Irónicamente, además de no ser verdad que el Estado de alarma prohíba el derecho a manifestarse, el día anterior se permitió en Zaragoza una manifestación, también en vehículos particulares, por el día del trabajador, en donde el cabecilla de dicha manifestación llevaba una bandera republicana.

Hay muchos ciudadanos cansados de que el Gobierno aproveche el Estado de alarma para coartar sus libertades

Y la situación estalló cuando este domingo, en el barrio de Salamanca (Madrid) un vecino puso el himno de España, alguien lo denunció por el ruido y la policía acudió para que lo apagase. Medios dicen que el chico que puso el himno estaba pinchando música porque se estaba celebrando una fiesta en la calle, lo cual es falso, ya que, según los testigos, la gente salió a la calle cuando vieron a la policía intentando entrar en el portal que daba a la vivienda de dónde salía la música, y hay empezaron los “disturbios”. La gente empezó a increpar a la policía y comenzaron una gran cacerolada, tanto en la calle como en las casas, lo cual hizo que los agentes llamasen a los refuerzos y cortaran la calle de Núñez de Balboa.

Se pusieron 13 denuncias. Al mismo tiempo, en Alicante, la policía también multaba a la gente que paseaba con banderas de España.

Ayer lunes, en la misma calle, se volvió a vivir la misma situación del domingo, pero esta vez, los agentes que acudieron no actuaron para reducir a los manifestantes. Las caceroladas contra el Gobierno no son algo nuevo, ya llevan produciéndose durante varias semanas en distintos barrios de Madrid. Libertad Digital denuncia que el Gobierno, como ocurrió con el escándalo del General Santiago de la Guardia Civil, está intentando manchar la reputación de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.