De un país, Eslovenia, del que no dejan de salir grandes estrellas del deporte (Goran Dragic, Jan Oblak, Samir Handanovic, Primoz Roglic, Tina Maze...), Luka Doncic llegó a Madrid en 2012 con 13 años, hijo de padre baloncestista y madre modelo. Vino con un contrato de cinco años firmado con el Real Madrid Baloncesto para continuar haciendo lo que más le gustaba, botar, tirar, driblar...
Su padre, Sasa, guarda un recuerdo agridulce del momento en que vio partir al joven Luka rumbo a un país extraño para ellos. ¿Dejarlo marchar para darle la oportunidad de labrarse un brillante futuro en el deporte?
¿Obligarle a quedarse en Ljubljana, junto a su familia, desoyendo los cantos de sirena de uno de los clubes más poderosos del panorama europeo? Difícil decisión, si bien, pasado el tiempo, se demostró acertada.
En el Real Madrid Baloncesto comenzó su reconocimiento internacional
Después de una exitosa carrera en la cantera del club madrileño, con apenas 16 años debutaba en la liga ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto) el 30 de abril de 2015, anotando su primer triple de muchos en la liga profesional más potente del continente. Se convirtió así en el jugador más joven en debutar con el Real Madrid y el tercero de la historia de la liga.
Pronto sus brillantes actuaciones traspasaron las fronteras españolas destacando en la máxima competición europea: la Euroliga de baloncesto.
En la campaña 2017-18 se alzó con el título continental siendo elegido MVP de la temporada regular y de los playoffs finales, además de ser el jugador más joven en lograrlo. También consiguió ese mismo curso el MVP de la liga ACB.
En menos de dos años Doncic se convirtió en una estrella
Después de unos pocos años en el Real Madrid Baloncesto, y dejándolo en lo más alto, decide que es hora de cruzar el charco y medirse a los mejores jugadores.
Nuevos retos para un chico al que el continente europeo se le quedó pequeño. El 21 de junio de 2018 es seleccionado por los Atlanta Hawks en el puesto número 3 del Draft, siendo directamente traspasado a los Dallas Mavericks. Allí, recibiría el relevo, en el año de su retirada, de otro europeo que es leyenda de la franquicia y del baloncesto: Dirk Nowitzki.
A final de campaña, sus actuaciones le valieron a Doncic el premio de Rookie del Año, la máxima distinción que puede recibir un debutante en la NBA. Un año antes, junto a su selección nacional se proclamó campeón del Eurobasket 2017.
Su segunda temporada, en la que estamos inmersos, está siendo, si cabe, más exitosa que la anterior. Es el líder de su equipo y lucha por llevarlo a los playoff allá por el mes de mayo. Mientras tanto, el joven Luka Doncic se ha convertido en titular en el All-Star Game 2020 de Chicago, donde se juntan los 24 mejores jugadores del curso repartidos en dos equipos, elegidos por fans, periodistas, jugadores y los entrenadores de cada contendiente. Luka fue el segundo jugador con más votos de los aficionados, solo superado por LeBron James.
Lo mejor está por venir
Dallas Mavericks, con su extravagante y acaudalado propietario al frente, Mark Cuban, se ajusta perfectamente a las características de Luka, dentro y fuera de la pista. Dentro, con el espectáculo que el talento esloveno ofrece cada noche al público, y fuera, por su carácter mezcla de timidez y extraversión. La franquicia tejana tiene una gran oportunidad de construir un equipo capaz de luchar por el anillo incluso a medio plazo, cimentado en la dupla Doncic (1999) - Porzinguis (1995). El tiempo dirá si la aprovecha.
El futuro de la mejor liga de baloncesto es realmente prometedor. Al nombre de Luka Doncic se unen otros que harán de la competición puro espectáculo: Trae Young, Ja Morant, Zion Williamson, Devonte Graham, DeAndre Ayton, Marvin Bageley III, Kendrick Nunn, etc.
Sin olvidar a las estrellas actuales, que sin duda no querrán dejarse recortar el terreno por los que vienen detrás.
De momento, en su primera participación en un All-Star, ha formado parte del quinteto titular del equipo confeccionado por LeBron James junto al propio LeBron, James Harden, Kawhi Leonard y Anthony Davis. Palabras mayores.
El guiño de la leyenda que nos dejó
Sin duda se trató de un gesto muy especial: en un Lakers - Mavericks jugado en el Staples Center de Los Angeles, Kobe Bryant, el mítico jugador tristemente fallecido en un accidente de helicóptero, sentado en una silla de la pista se dirigió en esloveno a Luka en pleno partido. Lo único que Doncic ha revelado al respecto es que le dijo una "bad word" en su idioma natal, probablemente un "insulto" de admiración y cariño de los que abundan en español: elija cada uno el que quiera.
Aquel sorprendente episodio se ha convertido en un guiño a los próximos años, algo así como la bendición de una leyenda contrastada a otra que posiblemente lo será.
Para terminar -hablando de guiños-, el que Luka hizo desde pequeño a su ídolo Vassilis Spanoulis (griego, uno de los mejores jugadores europeos de siempre) jugando con su número 7. Por eso, cuando no le es posible coger ese dorsal por estar ya ocupado (caso de la selección eslovena y los Dallas Mavericks), no duda en apropiarse del doble 7.
Luka Doncic, presente y futuro del baloncesto mundial.