Sin duda estos últimos meses han sido una explosión de emociones en cuanto a los traspasos y agencias libres se refiere en la NBA. Muchos equipos se han reforzado para luchar por el anillo y otros tantos han decidido continuar con sus proyectos de futuro moldeando un nuevo equipo. Lo que tenemos claro es que la dinastía Golden State Warriors ha llegado a su fin.

El dominio de los Golden State Warriors desaparece

Volvemos a otra temporada regular en la que el oeste está que arde. 15 equipos buscarán hacerse un hueco en playoffs y competir en la mejor liga de baloncesto del mundo.

Hasta hace apenas unos meses, los Golden State Warriors eran favoritos a todo (con permiso de Toronto), pero con las salidas clave de algunos de sus jugadores el trono del oeste se tambalea en busca de un nuevo sucesor.

Kevin Durant ha puesto rumbo a Nueva York, si bien los Knicks le querían sus filas, finalmente ha acabado en el equipo vecino, los Brooklyn Nets, acompañando a otro de los fichajes estrellas del equipo de la ciudad ''que nunca duerme'', Kyrie Irving. Una dupla completamente brutal que optaría a todo si no fuera porque el único puesto que tiene asegurado Durant es el de la enfermería.

Con Durant fuera del equipo y Klay Thompson lesionado, los Warriors tendrán que delegar el peso del equipo en un jugador que ya hemos comprobado que es capaz de todo: Stephen Curry.

¿Podrá el bueno de Curry tirar del carro del equipo de San Francisco?

Lakers y Clippers, candidatos a todo

Un carro que competirá con otras dos nuevas bestias en el Oeste: los equipos de Los Ángeles. LeBron James y Anthony Davis, o Paul George y Kawhi Leonard, ambas duplas brutales, la primer perteneciente a Los Ángeles Lakers y la segunda a Los Ángeles Clippers buscarán llevarse el anillo a California.

¿Será suficiente la garra de LeBron y la potencia de Anthony Davis para teñir el anillo de color púrpura? Lo que sí sabemos es que para alcanzar la gloria antes tienen que superar la fortaleza y la capacidad defensiva de Los Clippers. Se ha quedado un duelo bonito en Los Ángeles.

Los Houston Rockets, los Denver Nuggets, Portland y los Jazz, dispuestos a dar la sorpresa

No olvidarnos de los Houston Rockets, equipo que cuenta con una de las mejores parejas exteriores de toda la competición: James Harden y Russell Westbrook. Ambos jugadores necesitan el balón en sus manos, pero pelota en el campo solo hay una. Si ambos son capaces de relegar sus intervenciones individuales y jugar para el equipo, el equipo tejano tiene dúo exterior para rato y sin duda entrará en las quinielas para alzarse con el anillo que tantos años andan buscando.

Hablamos de cambios, de nuevas expectativas, pero si hay un equipo al que el año pasado le fue de perlas y no necesita revolución alguna son los Denver Nuggets.

Una base sólida llamada Nikola Jokic y unos buenos cimientos llamados Jamal Murray, Paul Millsap o Gary Harris, es motivo suficiente para pensar que en Denver este año también están dispuestos a dar guerra.

En un escalón por debajo se sitúa el equipo de Portland, comandados por esa pareja de baile llamada Llilard y McCollum, sabedores de que en playoffs siempre rellenen papales de periódicos pos sus buenas hazañas. El equipo de los Jazz de Utah también estará en la pomada por conseguir un puesto alto en la clasificación. Un bloque sólido y con las ideas claras que siempre hay que tener en cuenta.

La Conferencia Este se refuerza

Ahora nos pasamos al otro lado del país, a la Conferencia Este, donde este año vemos caras nuevas y equipos que aspiran a todo.

Los actuales campeones de la NBA, los Toronto Raptors, tendrán muy difícil volver a conseguir la gesta del curso pasado sin Kawhi Leonard. Buscan una temporada en la que entren a playoffs y exploten todo el potencial de sus jóvenes. Por lo tanto, el hueco que deja Toronto estará disputado entre las franquicias de Philadelphia, Boston y Milwaukee. Los primeros tienen quizá el mejor quinteto de la NBA (con Embiid a la cabeza), pero en los playoffs siempre muestran señas de debilidad. Ese año deben de dar un paso al frente.

Por su parte, los Boston Celtics llevan unos años de decepciones. Ahora sin Irving y con Kemba Walker en la posición de base buscan hacerse un hueco en las finales de la NBA, siempre y cuando Antetokounmpo se lo permita.

El actual MVP de la NBA que continúa un año más en Milwaukee afianzándose como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Los Bucks, liderados por Anteto y Middleton, lucharán con Philadelphia y Boston por ser los reyes del Este.